Katoen Natie arriesga perder concesión en Puerto de Montevideo

El grupo belga Katoen Natie, socio mayoritario en Terminal Cuenca del Plata (TCP) —la única especializada en movimiento de contenedores— en el puerto de Montevideo, sostiene que al gobierno de Uruguay  le cuesta tomar algunas decisiones y asegura que, luego de coyunturas regionales y locales adversas, le es difícil cumplir con las obligaciones que el Estado le exige para continuar la actividad a pesar que el límite de la concesión aún no está en juego.

El CEO de Katoen Natie —en el marco de su aniversario 160— y gerente general de TCP, Karl Huts, dijo al diario El País de Uruguay que entiende que hace aproximadamente dos décadas la visión gubernamental era clara: posicionar a Montevideo como puerto hub (distribución) para competir con Buenos Aires y Río Grande y ser la mejor terminal para manejar los transbordos marítimos de mercadería. Y para eso era necesario una terminal privada especializada.

“Pero, ahora el gobierno está dudando, porque el puerto no aguanta dos terminales especializadas. Entonces, se crean posiciones dominantes más chicas, donde los jugadores tienen que tener paz con su rol. Se saca el pie del acelerador. Se abandona esa visión de terminal especializada y se crea competencia interna dentro del puerto. Capaz que sirve para la situación local, pero son dos visiones distintas y no compatibles”, afirmó Huts.

“Para seguir, el gobierno se tiene que definir: un puerto fuerte con una terminal fuerte para competir o dejo la libre competencia y se abren otras terminales. Es un tema estratégico”, añadió.

La terminal de TCP compite con Montecon, pero esta empresa opera únicamente en los muelles públicos de la ANP. En el Ministerio de Transporte y Obras Públicas se maneja la idea de que haya más competencia entre TCP y Montecon para que no se genere un monopolio en los hechos.

Huts explicó que cuando Katoen Natie llegó a Uruguay en 2001 (tras ganar la licitación para una terminal de contenedores) fue para manejar el 80% de los contenedores que se movían en el recinto portuario, pero, actualmente las operaciones se dividen en partes iguales con Montecon.

La empresa belga sostiene que por eso le será muy difícil, cumplir con los compromisos asumidos. El fin del contrato de concesión es en 2031. “Tenemos dos pisos, medidos en movimientos (de contenedores) por año. Si no llegamos al primero tenemos que pagar multa por cada movimiento que no hacemos y si no llegamos al segundo piso por tres años consecutivos el gobierno tiene el derecho de anular el contrato con nosotros”, indicó Huts.

Para Katoen Natie la posición es sencilla: esos pisos se fijaron cuando se ideó la terminal especializada y en base a realizar el 80% de los contenedores que pasaban por el puerto de Montevideo, algo que fue variando. “Ahora el mercado es de 50% y 50%, con subsidios cruzados y otras políticas tarifarias, es claramente un primer motivo de exoneración”, si el gobierno quisiera aplicar la cláusula de rescisión, explicó Huts.

Sin embargo, Montecon se queja de que el gobierno protege a Katoen Natie, ya que no lo deja incorporar grúas pórtico como si tiene la empresa belga.

Otro de los motivos esgrimidos por la firma belga fue una prohibición del gobierno de Argentina para que mercadería de su país realizara transbordos en Uruguay.

En 2013, la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina adoptó la resolución 1108 que prohibe los transbordos en Uruguay, como una manera de fortalecer la actividad marítima en sus puertos.

“TCP fue, sin duda, la mayor víctima de la decisión, porque TCP puso a Uruguay en el mapa del transbordo y manipulaba el grueso de la carga; entonces ellos largan la resolución y los que tomamos las primeras balas fuimos nosotros”, dijo Huts.

Señaló que en las primeras semanas de la resolución, TCP perdió el 40% del volumen que manejaba, algo que en parte, se remedió luego con transbordos paraguayos. Antes de la resolución 1108, la terminal especializada realizaba por año 500.000 movimientos. Luego de ella, perdió 100.000.

“Sin en el volumen argentino no llegamos ni locos (a cumplir con los pisos exigidos en la concesión)”, aseguro Huts. El 2015 sería el tercer año consecutivo de incumplimiento de los mínimos.

“Mover los pisos será irreversible. Son elementos independientes de una negociación futura. Entendemos la preocupación original de mantenerlos, pero ahora la realidad es diferente”, concluyó Huts.

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