Alarcón y Toro: Ciudad Portuaria Metropolitana ante el crecimiento de la actividad productiva y el imperativo de la sostenibilidad

Por: Mabel Alarcón, Dra. en Urbanismo. Académica de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía UdeC. Directora del proyecto FIC UdeC en Innovación para el sistema portuario del Bio Bio. 

Sergio Toro, Dr. en Ciencia Política. Docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UdeC. Coordinador de la iniciativa FIC UdeC.


Hace pocos meses el Servicio Nacional de Aduanas presentó el anuario estadístico 2018 sobre la evolución de las exportaciones en Chile. En este informe se demostró que, en comparación con el año anterior, la región del Bio Bio aumentó en un 21,3% los ingresos percibidos por exportaciones y en un 6,7% las toneladas de movimiento de carga.

Meses antes, el Instituto Nacional de Estadísticas compartió los datos del Censo 2017 que alertaron sobre cambios importantes respecto a la conformación demográfica del Área Metropolitana de Concepción.

El aumento desproporcionado de viviendas en comunas como Coronel, San Pedro, Penco o Chiguayante y la cada vez más evidente segregación socioeconómica de los territorios, fueron algunos de los problemas reflejados por el instrumento.

El cruce de ambos antecedentes muestra una tensión importante entre el crecimiento del sector productivo de nuestra región y el crecimiento desproporcionado de la población en zonas de intensa actividad logística asociada a la economía portuaria. Esta tensión puede dañar -si es que ya no está dañando- tanto la capacidad exportadora de la región como la calidad de vida de sus habitantes.

En el diagnóstico que ha desarrollado nuestro equipo interdisciplinario a cargo del proyecto FIC-R “Innovación para el desarrollo en el sistema portuario del Bio Bio: la innovación social y pública y el desafío de la sostenibilidad en ciudades portuarias” (2018-2019), se ha demostrado que existe en la Región del Bio Bio un sistema urbano-portuario que configura y determina el funcionamiento de ciudades y puertos a escala metropolitana, y que tiene el potencial de transformarse en la primera Ciudad Portuaria Metropolitana a nivel nacional.

Este territorio formado por 11 comunas, siete de ellas litorales, incluye las ciudades de Lirquén, Penco, Talcahuano y Coronel. Casi todas las comunas que conforman el área metropolitana, donde se ubican los terminales portuarios, y que desarrollan sus actividades en diferentes escalas, presentan problemas comunes, relacionados, principalmente, a la compleja convivencia de las personas con las actividades de transporte, depósito y carga, propias de la logística portuaria. Es más, se constató que estos problemas afectan tanto a la comunidad como a las propias empresas.

La comunidad, por ejemplo, es afectada por los riesgos de atropello, ruidos molestos, contaminación visual por saturación del borde costero; conflictos entre usos industriales y artesanales, bodegaje invasivo, pérdidas del patrimonio histórico, disminución de la identidad, conflictos entre empresas y trabajadores, entre otros problemas. Las empresas, en cambio, se enfrentan a dilemas propios de un crecimiento inorgánico de la ciudad, como caminos mal diseñados, cruces imprudentes de peatones, bloqueos de carreteras, tráfico, robos o toma de terrenos, entre otros múltiples.

¿Qué hacer para solucionar éste y otros problemas desde una perspectiva multidimensional e interescalar? Tres son los conceptos clave que nuestro equipo de la Universidad de Concepción y el Gobierno Regional están trabajando arduamente desde el año 2018.

a) Gobernanza colaborativa: Se trata de un concepto incluyente. Es gobernanza porque todos los actores involucrados pueden participar, plantear opiniones y decidir sobre el territorio. A su vez, colaborativa porque esas decisiones deben ser tomadas en conjunto con órganos colegiados multiactores. Este instrumento ya ha sido constituido bajo el nombre “Consejo Asesor Ciudad Portuaria Metropolitana” iniciativa que está constituida por los sectores público, social, empresarial y académico. Creemos que es un avance sustancial en la formulación de un modelo de debate y decisión que acompañe los desafíos futuros de nuestro territorio.

b) Desarrollo sostenible: El crecimiento debe ir de la mano con la calidad de vida de los habitantes y de las futuras generaciones. Esta calidad de vida es posible cuando todos los actores son conscientes de no provocar impactos negativos con su actividad. Una de las formas es construir infraestructuras que sean inclusivas con el entorno y que la logística de la región tenga características de sostenibilidad e innovación. Los Instrumentos de Planificación Territorial (IPT) de la región y el área metropolitana muestran la voluntad de construir ciudad de manera integral, y la conciencia de los actores sobre los valores ambientales que ella posee, que deben ser resguardados y revalorizados.

c) Inteligencia de datos para la planificación logística y de ciudad. Es evidente que la transformación digital ha llegado al sector portuario. El uso de información en los aspectos logísticos, la incorporación de nuevas tecnologías en el tratamiento de contenedores o la adquisición de nuevas grúas, ha permitido mejorar la eficiencia del tratamiento de la carga y los tiempos de espera de los camiones. Sin embargo, no ocurre lo mismo en temas relacionados con la ciudad. Actualmente hay muy poca información de estadísticas sociales y demográficas que sean representativas de los territorios, la información pública es desagregada y en diferentes formatos. Avanzar en un buen sistema estadístico regional ayudará a planificar mucho mejor el territorio y la convivencia necesaria entre la actividad logística y las actividades urbanas.

En definitiva, definirnos como una Ciudad Portuaria Metropolitana nos impone desafíos importantes. La convivencia de nuestro crecimiento productivo con las nuevas lógicas de ciudad debieran ser parte central de las nuevas inversiones.

Compatibilizar obra pública con servicios, entender la zona costera como un espacio con vocación pública y colectiva, favorecer el cuidado y puesta en valor del paisaje costero, resguardar la caminabilidad de las personas en las zonas centrales y en las áreas donde las familias viven, configurar infraestructuras verdes articuladas, son condiciones necesarias y relevantes, no solo para la calidad de vida, sino también para la competitividad del territorio.

También es relevante que nuestras empresas portuarias y logísticas colaboren aún más con el desarrollo social, que pongan a disposición pública la información sobre su rol, acciones y proyectos; que comprendan el rol de actores territoriales de gran escala e impacto, que dialoguen con los demás actores para buscar decisiones de inversión consensuadas y sostenibles. Finalmente, también es fundamental que las comunidades y actores sociales valoren el aporte de la logística al desarrollo de la economía portuaria, y de esta al desarrollo regional.

Lo importante es que hoy, la mayoría de los actores de la región, están cada vez más comprometidos para hacer de este sueño una realidad.


 

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