Por Andrés Orrego Siebert 

@PortalPortuario

Este martes 30 de abril, Alfredo Leiton cerró un ciclo de 15 años en la Emprresa Portuaria Iquique (EPI), de la que fue su gerente general desde 2005 y antes gerente y subgerente de Finanzas.

Mientras ordenaba algunas cajas con artículos personales, entre ellos libros, recuerdos y regalos, Leiton -que recaló a Iquique en 2003- comentó a PortalPortuario.cl que “pasar por el puerto fue una experiencia de vida que me deja muy contento y tranquilo. Dejo un Puerto de Iquique muy distinto al que me recibió hace 15 años”.

¿Con qué sesanción deja la gerencia general de la Empresa Portuaria Iquique?

Cuando me preguntan esto, lo primero que hago es ver las fotos. Hay dos que representan bastante bien. Una es una del año 2003, de un puerto de tierra, que tenía una gran industria pesquera en el molo que no dejaba hacer directamente operaciones portuarias. En esta foto, todo es tierra, contaminación y las áreas operativas son muy pocas. Este era un puerto que, en esa época, movía 1 millón 300 mil toneladas. Esta otra foto, de este año, muestra otro puerto, un puerto que ha crecido, que tiene áreas de respaldo, que tiene áreas de operación, que se recuperó de dos terremotos, que superó paros portuarios, un incendio al interior del puerto, todo esto fue un trabajo mancomunado.

¿Cómo describiría ese proceso?

Hubo un trabajo conjunto con el concesionario (ITI), se fueron desarrollando  las obras obligatorias que terminaron en el año 2005 con el muelle post panamax corto, finalmente, en el año 2009, se presenta un avance del proyecto para poder extender en diez años adicionales, recordemos que ellos (el concesionario) tenía plazo hasta este año para presentar una iniciativa y lo hicieron diez años antes, tuvimos que evaluarlo, tomamos decisiones conjuntas, logramos una buena negociación consiguiendo que las inversiones no tuvieran valor residual con lo cual no quedaba endeudado ni el Estado ni el concesionario. Hicimos también rellenos importantes en el sector sur, que eran roqueríos y hoy tenemos allí un depósito de contenedores de una empresa filial de Maersk (Contopsa), así también tenemos otras áreas que fuimos rellenando como el sector oriente, recuperando 2 a 3 hectáreas para la operación portuaria y ahí se tomó la decisión que integrarnos a la ciudad con el paseo peatonal que funciona como centro cultural y todo esto se ha ido desarrollando en equipo.

¿Cuánto dinero demandaron todas estas inversiones?

Son inversiones del orden de los 100 millones de dólares si uno va sumando al tipo de cambio actual, los cuales se visualizan en un puerto limpio y ambientalmente sustentable.  Mucho de esto, de este valor más bajo, lo ha dado la condición natural del puerto que está en una isla que tiene condiciones bastante especiales, ya que su contorno tiene baja profundidad y todavía podríamos tener espacio para rellenar unas diez hectáreas adicionales, considerando que el puerto actual tiene 25 hectáreas a un costo razonable considerando que el precio del metro cuadrado colindante al puerto es tremendamente caro y que está inserto en el casco histórico que no se puede afectar.

¿Qué hito destacaría como el más importante durante su permanencia en el puerto?

Cumplo con un periodo y un ciclo muy importante que es el término de la reconstrucción del puerto. Ya pasamos la primera etapa, estamos concluyendo la segunda en junio o julio. El concesionario ya cumplió con sus inversiones, hay visualización de nuevos proyectos, pero eso ya es una tercera etapa. En lo que me compete a mí, es la entrega del terminal molo para ser licitado en el futuro o tener las condiciones de ser un puerto de calidad mundial como lo dijimos muchas veces, con seguridad en la operación y con oportunidad para que inversionistas puedan conocer la actividad portuaria de esta ciudad. Otro hito importante fue poder coordinar en Iquique a todas las entidades gremiales de aportar un grano de arena y lograr un crecimiento armónico que se manifiesta con la firma del Acuerdo de Producción Limpia y, en agosto del año pasado, con la firma del Consorcio Logístico y Comercial de Tarapacá.

¿Qué evaluación hace de la creación y funcionamiento del Consorcio que, hasta hoy, le tocó presidir? 

Había mucha gente que participaba, pero decía que no creía que fuera a funcionar y me decían directamente que estaban por cumplir, pero hoy vemos que está resultando, que sí hay mucha gente que se ha ido capacitando, empresas que han ido mejorando su expertise en la cadena logística, estamos en una segunda vuelta, renovando los acuerdos y la firma del APL significa un acuerdo adicional con los servicios públicos que efectivamente son los que le pueden dar la velocidad a la actividad logística portuaria, poniéndose de acuerdo, haciendo planificaciones de faenas, acordando formas de trabajo. Son cosas muy sencillas como que el camionero que le complica llegar a recoger un contenedor a una determinada hora y nos damos cuenta que, a veces, la complicación es una demarcación para que él tenga  mejor acceso y, esas cosas, antes no se compartían, porque teníamos dificultades en la comunicación, porque en cada empresa teníamos una cultura y un idioma distinto que nos impedía tomar acuerdos de forma fácil y eso cambió.

¿Cómo visualiza el Puerto de Iquique en otros diez o 15 años más?

Me imagino un gran puerto concesionado, con una gran capacidad de movimiento de carga, con un desarrollo del comercio internacional que traspase los límites de nuestras fronteras, con un trabajo coordinado con Zona Franca, con los Gobiernos Regionales, con los países vecinos con los que se logren acuerdos de trabajo conjunto, porque la cultura de comercio exterior de Argentina es distinta a la de Perú, de Bolivia o Chile, por lo que el Consorcio tiene que plantearse ser más grande y con coordinación internacional, pensando en potenciar a Iquique como una región logística.

¿Alguna anécdota?

De mí siempre se ríen, porque el día del aniversario del puerto, el 30 de abril, es el día del cumpleaños de mi hija y, los dos, ella y el puerto cumplen la misma cantidad de años, entonces el día del aniversario mi hija me criticaba que lo pasaba en el puerto y no con ella. También el terremoto, al día siguiente, cuando fue el segundo terremoto, fue una experiencia fuerte, porque tu ibas al molo y era imposible caminar por ahí con desniveles de un metro y 70, con una nave que tuvo que salir arrancando, con un servicio de almacenamiento que quedó aislado al interior del puerto, los problemas con los trabajadores portuarios que cada cierto tiempo se exponen a la comunidad y, a propósito de eso, un tremendo letrero que me tenían afuera del puerto que yo no estaba haciendo bien la tarea.

Pero era otro Leiton, porque era con “y” ¿o no?

(Rie) Claro, si cada vez  que pasaba con mis hijos me preguntaban si el letrero era para mí y yo les decía que no, porque nuestro apellido era con “i” y el del cartel con “y”.

¿Se va contento?

Sí, me voy tranquilo, contento, porque fue una gran experiencia profesional y de vida.

¿Ha encontrado algo ordenando en las cajas que lo haya sorprendido o generado algún recuerdo especial?

Nada en particular, nada que me haya sorprendido, pero sí recuerdos, planos de corredores bioceánicos, además de libros, entre ellos, uno que no encuentro y que no recuerdo a quien se lo presté.

¿Tiene planes ya o va a descansar un periodo?

Estoy viendo algunos modelos de negocio interesantes para la misma industria o bien para la industria conexa, así que voy a ver, pero también atento a sumarme a cualquier iniciativa que aporte. Me voy con una buena experiencia, bastante tranquilo, muy contento, mirando el horizonte, con la cabeza en alto y con las manos limpias, como le dije a los trabajadores que me acompañaron en este periodo hace algunos días.