Por Redacción PortalPortuario.cl

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Andrea Suzarte es reconocida como la persona que abrió la senda para que otras mujeres llegaran a desempeñar labores en el sector portuario en Arica. A su juicio, en la actualidad cada día hay más presencia femenina en el sector sin mayores cuestionamientos, algo que era muy diferente cuando ella inició su carrera en el puerto.

Suzarte comenzó su trabajo en 2008 y, por ese entonces, el puerto, gestionado por Terminal Puerto Arica, sólo era operado por varones. Ella; sin embargo, no vio en esto una barrera y, decidida, postuló a un trabajo para cumplir su sueño.

“Algún día voy a trabajar ahí”, se decía cuando -más pequeña- visitaba El Morro de Arica junto a su familia.

Andrea recuerda que le expresó ese deseo a sus padres y a su familia, pero se encontró allí con una primera barrera: “Es pega de hombres, olvídate”, le dijeron.  Sin embargo, ella no se olvidó.

Hace más de 12 años entró al puerto para desempeñar labores en el control de calidad, pero después de su turno se quedaba observando y aprendiendo, relató a PortalPotuario.cl con motivo de su Edición Especial del Día Internacional de la Mujer.

Esa era -detalla- la puerta que necesitaba para entrar al patio de operaciones, ya que gracias a ese ímpetu y voluntad de aprender una labor, antes vedada a las mujeres, es que pudo cumplir el sueño de convertirse en la primera operadora de grúa stacker en el Puerto de Arica.

“Al principio no me pescaban, decía cosas, pero no me escuchaban, me revisaban lo que hacía. Como a los tres meses siento que ya tenía su confianza, porque ahí vieron que yo trabajaba igual que los hombres. Hasta me integraron en el grupo en las conversaciones, ya no era la extraña”, recuerda Suzarte, quien después se ha desempeñado como supervisora de patio de contenedores, jefe de nave y operadora de terminal. Fue la primera mujer en todas esas funciones.

Andrea Suzarte asegura que todos sus pasos le han gustado, pero más cariño tiene “sin duda donde nací, el patio de contenedores”.

Tras sus años de experiencia, y en diferentes niveles, Andrea ha visto el cambio respecto del rol de las mujeres en la industria de manera positiva.

“De todas maneras, la gente nos ayuda, nos acepta. El campo se abrió y en el puerto hay más mujeres haciendo trabajos que eran de hombre, y sin cuestionamientos”, celebra.