El Canal de Panamá prevé construir y operar un gasoducto de 80 kilómetros a través del istmo para ampliar sus negocios, en medio de las tensiones con el Presidente estadounidense, Donald Trump, luego de que expresara su voluntad de recuperar la vía interoceánica, según informó Infobae.
El administrador de la vía, Ricaurte Vásquez, indicó que el “movimiento de gas licuado de petróleo” es un segmento de mercado “altamente relevante para el canal de Panamá”, pues su demanda “va a duplicarse en los próximos 10 años”. Como es imposible duplicar los tránsitos de buques gaseros por el canal en ese lapso, el gasoducto se presenta como una alternativa rentable, indicó Vásquez.
El ducto permitiría transportar desde el Caribe panameño gas licuado de petróleo llegado en naves desde la costa este de Estados Unidos. En la costa del Pacífico, el combustible sería reembarcado rumbo a Japón y otras naciones asiáticas.
En el país centroamericano existe desde hace años un conducto que transporta petróleo desde la costa del Pacífico al Atlántico, pero no pertenece a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el ente estatal autónomo que opera la vía desde que fue entregada por Estados Unidos a manos panameñas el último día de 1999.
“Los volúmenes de adquisición de Japón son impresionantes. Estamos hablando de que ellos necesitarían un volumen de aproximadamente dos millones de barriles al día (…) pero el canal no tiene capacidad” para duplicar los tránsitos de buques gaseros, explicó Vásquez.
“Entendemos que es un negocio complejo, es un negocio diferente, pero yo no creo que haya ninguna razón por la cual haya que tenerle miedo”, añadió el jefe de la ACP en una rueda de prensa junto al ministro para Asuntos del Canal, José Ramón Icaza.
“Ha subido el nivel de relevancia del canal de Panamá en el mundo, no es la forma más agradable de estar en medio de la polémica, pero de cada crisis, una oportunidad, y si esta nos permite acercarnos y proveer confianza a nuestros clientes, cuanto mejor”, indicó Vásquez, refiriéndose a la relevancia global de la vía interoceánica y su estrategia para fortalecer la confianza con sus clientes en medio de los ataques de Trump.
El Canal de Panamá, construido en el siglo pasado y revertido al Estado panameño hace 25 años, es una vía relevante para el comercio mundial. Desde 2016 tiene en servicio una ampliación que costó más de USD 5.500 millones que ha multiplicado sus ingresos y su valor estratégico.
“Estemos claros, el canal es de Panamá”, sostuvo Vásquez, en referencia a la reiterada afirmación de Trump de que EE.UU. recuperará la vía acuática porque su control fue cedido a China, lo que ha negado enérgicamente el Gobierno del Presidente panameño, José Raúl Mulino.
Desde un mes antes de volver a la Casa Blanca, Trump promete que “va a recuperar” la vía marítima inaugurada por Estados Unidos en 1914 y ampliada por Panamá en 2016 para permitir el paso de buques más grandes.
Ante los ataques del Ejecutivo estadounidense, el Presidente Mulino sostuvo que el canal “es panameño y lo seguirá siendo” ya que “es parte de la “historia de lucha y una conquista irreversible” de los panameños.