De acuerdo con Claros, el embajador español en La Paz, Enrique Ojeda, manifestó la disposición de su país de sumarse a dicha iniciativa.

El ministro resaltó que contar con el apoyo de varios inversionistas es importante para consolidar esa obra de magnitud, para la integración regional.

Bolivia ya firmó memorandos de entendimiento con Perú en 2016, Paraguay y Uruguay en 2017 y sólo resta que Brasil formalice su adhesión, pues ya designó a un equipo técnico para las reuniones periódicas, las cuales se llevan a cabo desde abril.

Por ello, delegados de Perú, Brasil, Uruguay y Paraguay se reunirán los días 14 y 15 de septiembre en el departamento de Cochabamba para evaluar los avances del tren bioceánico.

Según Claros, Bolivia logró posicionar en menos de seis meses la construcción del tren como una iniciativa valiosa para el continente, por lo cual tiene el apoyo de países europeos para garantizar su financiamiento.

Los miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) durante la cumbre celebrada del 19 al 21 de julio en la ciudad de Mendoza, firmaron una declaración para apoyar a la megaobra.

También se sumaron otros países como Alemania, Suiza y China, interesados en participar en la ejecución.

Por otro lado, tres entidades financieras del gigante asiático pretenden respaldar el bioceánico a través de créditos: el Eximbank, el Banco Industrial y el Comercial de China.

Durante una visita realizada en mayo pasado a La Paz, el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza, anunció su respaldo al corredor.

El ferrocarril unirá al puerto brasileño de Santos con el peruano de Ilo, pasando por Bolivia y tendrá 3.755 kilómetros.