Krishna Martínez esPresidente de la Asociación Chilena de Prácticos de Puerto
Los simuladores marítimos representan el primer paso para verificar la factibilidad de la realización de una maniobra. Son una herramienta fundamental en la comprobación del comportamiento dinámico de los componentes que influyen en una maniobra, viento, corriente, altura de la ola y del actuar de los medios utilizados, remolcadores y la nave.
Los simuladores están basados en modelos matemáticos que tratan de representar la realidad lo más eficientemente posible; sin embargo, no son la realidad, solo la simulan, de esta manera son un paso necesario, efectivo, pero no el único en la determinación de la factibilidad de una maniobra. Además, está la evaluación de los profesionales que realizarán la maniobra, que, con su vasta experiencia y entrenamiento en el área, contribuyen, junto con un análisis de riesgo, a determinar la aceptabilidad de una maniobra, sobre la base de la posibilidad de un accidente y causar pérdidas de vidas humanas o una contaminación del medio ambiente. Las medidas necesarias para evitar esto último es de exclusiva responsabilidad de la AM, entregada por Ley.
De acuerdo con HR Wallingford un remolcador con winche dinámico tiene una eficiencia de un 50% en tiro directo con olas de 2,0 mts, lo que se reduce a un 30% con olas de 2,5 mts. (curva amarilla del gráfico)
Existe una real preocupación por algunas variables esenciales: capacidad de los remolcadores, winches, altura de la ola y entrenamiento eficaz de los actores en las maniobras.
En definitiva, el ingreso o salida de una nave desde un puerto es fruto de una serie de hechos que se dan en cadena y que terminan o comienzan con el Práctico de Puerto en el puente de la nave interactuando con el Capitán, objeto maniobrar con seguridad. No se deben olvidar los lamentables accidentes de Baltimore, donde se perdieron vidas humanas, y el varamiento en el canal de Suez, que inutilizó el canal por meses. No queremos nada parecido en nuestros puertos.
Por ahora, se debe esperar el Análisis Técnico de la Autoridad Marítima y los siguientes estudios que determinarán la factibilidad y aceptabilidad de esta operación verificando que los niveles de riesgo sigan siendo aceptables o tomar medidas para mitigarlos.