Marcelo Lagos: “Los puertos siempre van a convivir con la amenaza natural de eventos extremos”

Por Andrés Orrego S. /Nicolás Birchmeier R. 

@PortalPortuario


El geógrafo y académico experto en desastres naturales como terremotos y tsunamis, Marcelo Lagos, aseguró que los puertos “convivir con la amenaza natural de eventos extremos”, razón por la que llamó a aprender de las “lecciones” que han dejado los últimos eventos telúricos en Chile y el exterior.

Solo en los últimos siete años, tres sismos de magnitud y tsunamis destruyeron infraestructura portuaria, tal como ocurrió en el Puerto de Talcahuano, el 27 de febrero de 2010, el 1 y 2 de abril de 2014  en el Puerto de Iquique y, más recientemente, el 16 de septiembre de 2015 en el Puerto de Coquimbo.

Durante el mismo periodo, además, el fenómeno de marejadas se ha ido incrementando al punto que la Autoridad Marítima ya cataloga a los eventos más extremos como “marejadas anormales”, lo que recurrentemente obliga al cierre de puertos, especialmente, en el norte.

Consultado respecto de qué tan expuesto está el futuro Terminal 2 del Puerto de Valparaíso al que se le ha criticado que su infraestructura no quedaría totalmente a resguardo por el Molo de Abrigo, Lagos aseguró que no existe instalación portuaria que no deba convivir con la dinámica oceánica.

“Hay que partir de la base de que toda infraestructura portuaria convive con la dinámica y complejidad del océano, por lo tanto, los puertos -sea cual sea- nuevo, antiguo o futuro va a convivir con marejadas, terremotos y tsunamis, con cualquier proceso complejo en esta interface entre el oceáno y el continente. Sea el Terminal 2, el Terminal A, T3, T4, T8, donde sea, siempre van a convivir con la amenaza natural de eventos extremos y ello implica de que todo nuevo proyecto debe incorporar estudios que permitan entender a qué escenario potencial nos estamos enfrentando y cómo convivir con esa realidad”, señaló.

Por este motivo, el académico sostuvo que “cualquier nuevo terminal o puerto en el borde costero de la zona central de Chile debe incorporar la amenaza de grandes terremotos y tsunamis porque las últimas décadas han dejado en evidencia la peligrosidad que revierten y las consecuencias que pueden tener”.

Lagos enfatizó en que “un puerto siempre va a estar expuesto a la emenaza de tsunamis y marejadas, el tema es cómo logramos garantizar seguridad para las personas que trabajan allí y, segundo, que existan medidas de mitigación estructural que permitan convivir con lo cotidiano, porque la naturaleza tiene una variabilidad que puede alcanzar ciertos extremos, pero podemos convivir con ella”.

El especialista, además, aseguró que las instalaciones del borde costero deben contener medidas de mitigación no estructurales; vale decir, vías de evacuación, planes de emergencia y educación de la comunidad.

“Hay que rescatar lecciones de los últimos eventos ocurridos en Chile, el 2010 en Talcahuano, el 2014 en Iquique, el 2015 en Illapel, sumado el de Japón en 2011 y el 2004 en el oceáno Índico, nos permiten tener experiencias en que los diseños y la implementación de obras en costa miren con atención cómo incorporar esas lecciones en los diseños particularmente en nuestro país”, concluyó.


 

 

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