Opinión: "Es indispensable contar con una Autoridad Portuaria Regional"

En términos generales, el negocio naviero consiste en el transporte de cargas mediante la combinación de varios modos de transporte. En esta tarea, las compañías deben prestar un servicio integral a la carga y dar solución a los problemas logísticos de los clientes, considerando que las tarifas contemplan precios de mercado y los operadores navieros deben funcionar a costos más bajos que sus competidores.

En primer lugar, existen empresas privadas que operan terminales concesionados y la rentabilidad del terminal depende de la cantidad de carga transferida por unidad de tiempo.

En ese sentido, los puertos tienen que contar con servicios complementarios como abastecimiento de combustible, buenas conexiones terrestres y ferroviarias, una adecuada infraestructura de servicios, en otras características.

Para favorecer su competitividad, las ciudades puerto necesitan tener una infraestructura adecuada para la realización de negocios, reuniones y encuentros internacionales. Por su parte, los puertos en materia logística demandan la habilitación de áreas de respaldo para la carga.

En segundo lugar, dentro de las variables a considerar en la elección de un puerto, hay que tener presente: las necesidades de los clientes; las conexiones terrestres y marítimas del puerto con su área de influencia; ofrecer servicios complementarios como abastecimiento de combustible, consulados, aduana, reparación de naves y contenedores, entre otros.

Al respecto, no hay que olvidar que los costos portuarios por recalada de nave pueden llegar al 15% del costo total y en ese sentido se tienen que incluir los costos de estiba, desestiba y manipuleo de la carga; el grado de congestión, la capacidad y equipamiento portuario; y la capacidad técnica, horario ininterrumpido de trabajo y productividad del personal del puerto.

En tercer lugar, los terminales terrestres son administrados y pertenecen a empresas privadas, quienes concentran las actividades de consolidación, almacenaje y transporte interno de cargas; los que permiten programar adecuadamente las actividades portuarias, ofreciendo servicios complementarios a los clientes tales como preferencias en documentación, personal y transporte.

En cuarto lugar, es importante destacar el factor de la conectividad entre el Transporte Terrestre y Ferroviario, que también es un servicio prestado por empresas privadas, quienes mueven las cargas entre los puertos y los terminales terrestres o las instalaciones de los clientes finales, lo que varía de acuerdo al volumen de productos a transportar.

Como reflexiones finales, las ciudades puerto deben ser pensadas para dar un adecuado apoyo al comercio internacional por vía marítima. Una vez cumplido este requerimiento, no existe restricción teórica alguna para que en la ciudad se desarrollen los sectores inmobiliarios, turísticos, de servicios, educacionales, entre otros.

Los recursos generados por la actividad portuaria debieran ser gestionados por todos los actores de la ciudad. Para estos efectos, es indispensable contar con una Autoridad Portuaria Regional, que establezca las reglas del juego de acuerdo a las necesidades del conjunto de los actores participantes.

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