Por Redacción PortalPortuario / Agencia Tass
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El Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias de Rusia y la Oficina Central de Diseño Marino de Almaz están negociando el diseño y la construcción de una flota científica, que podría contener unos diez buques diferentes para garantizar los intereses del país en los océanos.
“Hemos estado debatiendo la composición y las características técnicas de la flota científica para abordar los desafíos que enfrenta la ciencia marina. Expertos en estudios oceánicos afirman que unos diez buques de diferentes desplazamientos y especificaciones serán suficientes para garantizar los intereses de Rusia en los océanos”, señaló el instituto ruso.
“Estos podrían ser un rompehielos científico de clase Arc7 con un desplazamiento de aproximadamente 9.000 toneladas, capaz de operar en las duras condiciones del hielo del Ártico y la Antártida; dos buques de investigación multifuncionales de gran tonelaje, cuyos prototipos podrían ser los buques Akademik Sergey Vavilov y Akademik Ioffe; y varios buques científicos de mediano y bajo tonelaje, incluyendo buques para los mares Caspio y Negro. Estos últimos son de suma importancia para los estudios en las aguas someras del mar Caspio”, detalló el centro.
Previamente, el instituto y la oficina de diseño firmaron un acuerdo para el modelo, la construcción y la modernización de navíos de investigación. El desarrollo de los recursos de hidrocarburos, tierras raras y biológicos de los océanos del mundo, de conformidad con el derecho internacional, requiere investigación ambiental para garantizar el uso racional de los recursos minerales y biológicos y la protección de los ecosistemas marinos.
“Necesitamos realizar investigaciones periódicas en el Ártico, la Antártida y otras zonas del Océano Mundial para preservar el derecho a utilizar estos recursos en el futuro. Para predecir los efectos del cambio climático, es fundamental realizar investigaciones periódicas en diversas partes del Océano Mundial, ya que este es la ‘cocina’ del clima planetario y regional”, indicó la institución educacional.
“La edad media de nuestros buques científicos es de 38 años y es necesario mantener esta flota envejecida. Sin embargo, esto se complica cada año, debido a la situación política mundial y requiere cada vez más inversiones financieras. Por lo tanto, para cumplir con las tareas estatales directas, en particular la continuación de las actividades científicas en el Océano Mundial, la creación de una flota científica moderna es una prioridad a medio plazo”, manifestó el subdirector de flota del instituto, Vyacheslav Kremenetsky.