El coste de encontrar un buque cisterna para transportar el petróleo de los Urales a Asia ya ha aumentado casi 50% desde que se introdujeron las sanciones estadounidenses al movimiento de carburantes de Rusia. La diferencia entre los precios cuando los barriles salen de Rusia y llegan a Asia, un indicador de los costes de envío, también se ha disparado, según datos de Argus Media.
Cabe recordar que el 10 de enero, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos penalizó a 161 petroleros por su papel en el envío de petróleo ruso. Fue parte de una serie de medidas contra Moscú impuestas por la administración saliente de Biden que el presidente Donald Trump aún no ha suavizado, de acuerdo a lo consignado por Bloomberg.
En la actualidad, hay 265 petroleros incluidos en la lista negra de al menos uno de los países miembros: Estados Unidos, la Unión Europea o el Reino Unido (la inclusión en la lista de Estados Unidos es, con diferencia, la que más perjudica al comercio). Las medidas estadounidenses anteriores impidieron en general que los buques afectados pudieran operar.
Aun así, de los 435 navíos que transportaron crudo ruso en 2024, 112 de ellos, es decir, el 26%, están ahora sujetos a sanciones impuestas por Washington. Si a esto le sumamos las sanciones impuestas por Londres y Bruselas, la proporción se eleva al 37%.
Los petroleros sancionados por Estados Unidos transportaron el 45% de todos los envíos marítimos de crudo ruso el año pasado. Si a eso se le suman las naves afectados por el Reino Unido y la Unión Europea, pero no por el país norteamericano, el 57% de los envíos de crudo de Moscú se realizaron en motonaves que ahora están en la lista negra.
A lo anterior se le suman los petroleros designados para transportar petróleo iraní, incluidos dos de manera reciente, los que también habían transportado barriles rusos. Este escenario representa un problema para Rusia, lo que le obliga a encontrar buques alternativos.