Pérdidas de naves caen a mínimo histórico a pesar de incidentes y agitación geopolítica

Por Redacción PortalPortuario

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Foto del buque Dali tras se reflotado después de permanecer más de 50 días bajo los escombros del puente Francis Scott Key de Baltimore, el cual derribó el pasado 26 de marzo.

Un análisis de la aseguradora marítima Allianz Commercial determinó que la pérdida de grandes buques cayó a su mínimo histórico en 30 años en 2023, luego de detectarse que solo 26 naves salieron de circulación. La cantidad está muy lejos de las 200 unidades de hace tres décadas, a pesar de los incidentes crecientes, la piratería, el cambio climático y la agitación geopolítica

Según Safety and Shipping Review 2024 de la aseguradora marítima Allianz Commercial, las navieras tienen “un gran desafío” para mantener esa tendencia en los próximos años.

“La velocidad y el alcance con el que está cambiando el perfil de riesgo de la industria no tienen precedentes en los tiempos modernos. Conflictos como los de Gaza y Ucrania están remodelando el transporte marítimo mundial, afectando la seguridad de la tripulación y de los buques, las cadenas de suministro y la infraestructura, e incluso el medio ambiente. La piratería va en aumento, con un preocupante resurgimiento frente al Cuerno de África. La actual perturbación causada por la sequía en el Canal de Panamá muestra cómo el cambio climático está afectando al transporte marítimo, todo en un momento en el que tiene que afrontar su desafío más importante: la descarbonización”, dijo el capitán Rahul Khanna, director global de consultoría de riesgos marítimos de Allianz Commercial.

Sudeste asiático reporta más pérdidas

Se han reportado más de 700 pérdidas totales durante la última década (729). La región marítima del sur de China, Indochina, Indonesia y Filipinas es el punto crítico de pérdidas a nivel mundial, tanto durante el último año como durante la década (184). Representa casi un tercio de los buques perdidos el año pasado (8).

El Mediterráneo Oriental y el Mar Negro ocupan el segundo lugar (6) con una actividad que aumenta año tras año. Los buques de carga representaron más del 60% de las naves perdidas a nivel mundial en 2023.

Los naufragios (hundidos) fueron la causa principal de todas las pérdidas totales, representando el 50%. Se informó que las condiciones climáticas extremas fueron un factor en al menos ocho pérdidas de embarcaciones en todo el mundo en 2023, y el total final probablemente sea mayor.

Durante 2023, se reportaron, en total, 26 pérdidas totales a nivel mundial, en comparación con 41 el año anterior.

El número de incidentes marítimos notificados a nivel mundial disminuyó ligeramente el año pasado (2.951 en comparación con 3.036), siendo las Islas Británicas las que registraron el mayor número (695).

También bajaron los incendios a bordo de los buques, una preocupación constante. Sin embargo, todavía ha habido 55 pérdidas totales en los últimos cinco años y más de 200 incidentes de incendio reportados solo durante 2023 (205), el segundo total más alto en una década después de 2022.

Los incendios siguen siendo un problema clave de seguridad en buques más grandes dado el potencial la amenaza a la vida, la magnitud de los daños y el hecho de que los costos asociados pueden ser severos, un factor que contribuye al aumento a largo plazo en el costo de las grandes reclamaciones de seguros marítimos.

Conflictos geopolíticos

Incidentes recientes, como el ocurrido a raíz del conflicto en Gaza, han demostrado la creciente vulnerabilidad del transporte marítimo mundial a guerras indirectas, disputas y acontecimientos geopolíticos, con más de 100 barcos atacados sólo en el Mar Rojo por militantes hutíes en respuesta a la guerra.

Las perturbaciones en el transporte marítimo dentro y alrededor de la región han persistido y es probable que continúen en el futuro previsible. El resurgimiento de los piratas somalíes, tras su primer secuestro exitoso desde 2017, es otro motivo de preocupación.

” Tanto la guerra en Ucrania como los ataques en el Mar Rojo también han revelado la creciente amenaza para el transporte marítimo comercial que representan las nuevas tecnologías, como los drones, que son relativamente baratos y fáciles de fabricar, y difíciles de defender sin una gran presencia naval”, afirmó Khanna.

“De cara al futuro, también son una clara posibilidad ataques impulsados más tecnológicamente contra el transporte marítimo y los puertos. Los informes de buques que experimentan interferencias de GPS están aumentando, particularmente en el Estrecho de Ormuz, el Mediterráneo y el Mar Negro”, añadió.

El informe también señala que en los tres años transcurridos desde que Rusia invadió Ucrania, el endurecimiento gradual de las sanciones internacionales a las exportaciones rusas de petróleo y gas ha contribuido al crecimiento de una considerable “flota en la sombra” de petroleros, entre 600  y 1.400 buques.

“Se trata en su mayoría de embarcaciones antiguas, a menudo con mal mantenimiento, que operan al margen de la regulación internacional y a menudo sin el seguro adecuado. Esta situación presenta graves riesgos medioambientales y de seguridad “, afirmó Justus Heinrich, líder global de productos, Marine Hull, Allianz Commercial.

Los buques han estado involucrados en al menos 50 incidentes hasta la fecha, incluidos incendios, fallas de motor, colisiones, pérdida de rumbo y derrames de petróleo. ” El costo de abordar estos incidentes a menudo recae en los gobiernos o en otros buques si uno de ellos se ve involucrado en un incidente”.

Desvío

Los ataques contra el transporte marítimo en aguas de Oriente Medio también han afectado gravemente los tránsitos del Canal de Suez que bajaron más del 40% a principios de 2024. Esta situación se suma a la perturbación al comercio provocada por la sequía al Canal de Panamá que se vio obligado a reducir sus tránsitos para conservar agua dulce, lo que equivale -para la aseguradora- a un doble golpe al transporte marítimo, causando aún más problemas a las cadenas de suministro globales.

Cualquiera que sea la ruta alternativa que tomen los buques, se enfrentan a largos desvíos y mayores costos, lo que también afecta a sus clientes. Evitar el Canal de Suez añade al menos 3.000 millas náuticas (más de 5.500 km) y 10 días de navegación, desviándose a través del Cabo de Buena Esperanza.

El desvío también afecta el panorama de riesgos y el medio ambiente. Las tormentas y el mar agitado pueden ser más desafiantes para los buques más pequeños acostumbrados a navegar en aguas costeras, mientras que la infraestructura para soportar un incidente que involucre a los buques más grandes, como un puerto de refugio adecuado o una operación de salvamento sofisticada, puede no estar disponible. Los beneficios medioambientales podrían perderse a medida que los buques desviados aumenten su velocidad para cubrir distancias más largas. Ya se señala que los desvíos del Mar Rojo son uno de los principales contribuyentes a unaAumento del 14 % en las emisiones en el sector marítimo de la UE este año.

Desafíos ambientales

El transporte marítimo aporta alrededor del 3% de las emisiones globales que son causadas por actividades humanas y la industria está comprometida con objetivos estrictos para reducirlas. Alcanzar estos objetivos requerirá una combinación de estrategias, incluidas medidas para mejorar la eficiencia energética, la adopción de combustibles alternativos, diseños de buques y métodos de propulsión innovadores.

La descarbonización presenta varios desafíos para una industria que hace malabarismos con las nuevas tecnologías y las formas de trabajo existentes. Por ejemplo, la industria necesitará desarrollar infraestructura para apoyar a los buques que utilizan combustibles alternativos, como el abastecimiento de combustible y el mantenimiento, y al mismo tiempo eliminar gradualmente los combustibles fósiles. También existen posibles problemas de seguridad con los operadores de terminales y la tripulación de los buques que manipulan combustibles alternativos que pueden ser tóxicos o altamente explosivos.

“Aumentar la capacidad de los astilleros también será clave a medida que se acelere la demanda de barcos ecológicos. Actualmente, esta capacidad se ve limitada por largos tiempos de espera y altos precios de construcción”, detalló Heinrich.

Se deben construir o reacondicionar más de 3.500 barcos anualmente hasta 2050, pero el número de astilleros se redujo a más de la mitad entre 2007 y 2022.

“Las limitaciones de capacidad en los astilleros podrían tener un efecto dominó en las reparaciones y el mantenimiento, y los buques dañados o aquellos con problemas de maquinaria podrían enfrentarse a largos retrasos”, agregó el profesional.

Los daños o fallos de la maquinaria son la causa más frecuente de incidentes en el transporte marítimo y representaron más de la mitad de ellos a nivel mundial en 2023 cuando se contabilizaron 1.587 hechos de este tipo.


 

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