Por Redacción PortalPortuario.cl
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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advirtió que la infraestructura es el “componente más rezagado” para la logística en Chile, país que -a juicio de la entidad- además posee “cuellos de botella” en materia de de planificación y aprobación de proyectos debido a los extensos procesos de tramitación, lo que desincentivaría las inversiones.
En el capítulo para el conosur de su reciente informe “Construir oportunidades para crecer en un mundo desafiante”, el BID asegura que en Chile “la calidad de la infraestructura de transporte ralentiza el movimiento de bienes y personas y debilita el desempeño logístico (los costos logísticos en Chile son el doble comparados con la economía OCDE promedio)”.
El Banco Interamericano de Desarrollo, además, recalca que la infraestructura del país es deficitaria, específicamente, en lo relativo a conecttividad ferroviaria.
“La infraestructura es el componente más rezagado de la logística en Chile, donde los ferrocarriles tienen la calificación más baja en infraestructura de calidad, seguidos del transporte aéreo, puertos y caminos. La utilización del ferrocarril para transportar carga es todavía relativamente baja y los actuales ferrocarriles que conectan con los puertos requieren transferir la carga a camiones en la última etapa, lo cual elimina la ventaja de integración”, indica la entidad.
Por otro lado, el BID hace hincapié en que la regulación portuaria vigente en el país supone barreras de entrada a inversionistas extranjeros.
“La actual regulación portuaria excesiva impone barreras de entrada a la inversión extranjera directa y Chile tiene un límite de capital extranjero del 49% para registrar buques marítimos; además, la participación extranjera en el mercado de cabotaje es limitada. La competitividad comercial también se ve afectada por una infraestructura deficiente y por debilidades en los sistemas transfronterizos terrestres”, afirma la entidad.
Capítulo aparte para el BID es la extensa tramitación que requieren los proyectos que, si bien es necesaria, genera dificultades y desincentivos al ser “ineficiente”.
“Los principales retos en infraestructura de transporte son los cuellos de botella en la implementación, un factor clave en la desaceleración de la inversión en infraestructura. Esta desaceleración refleja dificultades en la capacidad de planificación y ejecución, lo que incluye largos procesos de aprobación para proyectos nuevos y una productividad baja en el sector de la construcción. En los sectores de la energía y el transporte, la ineficiencia de los procesos de aprobación de los proyectos, la falta de claridad en los procesos administrativos y un nivel creciente de complejidad en la interacción con las comunidades constituyen desafíos cruciales”, señala el BID.