Por T21

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El grupo logístico-naviero, Baja Ferries se encuentra en proceso de elaboración de su presupuesto 2020, donde habrá de ajustar un 5,1% al alza sus tarifas, derivado de diversos factores.

A través de un comunicado, la empresa detalló que dicho aumento se verá reflejado a partir del 1 de enero del próximo año, donde no está considerando aún ningún ajuste por costo de combustibles, ya que, como es práctica común en la industria, los ajustes por combustible los seguirá realizando de manera trimestral en los meses de enero, abril, julio, y octubre.

Uno de los factores elementos que orilló también a Baja Ferries al incremento de tarifas deriva de los cambios que realizó la Administración Portuaria Integral (API) BCS en cuanto a las reglas de operación del puerto de Pichilingue, implicando el uso obligatorio de remolcadores, mismo que tendrá un impacto directo a el costo del transporte marítimo en las rutas que atiende, desde Mazatlán y Topolobampo, Sinaloa, hasta el puerto sudcaliforniano.

“Cuando se nos notifique la fecha de aplicación de este servicio y las tarifas aprobadas por la SCT, se los haremos saber oportunamente. Conforme a los precios de mercado en puertos similares a Pichilingue, se espera un impacto en tarifa del orden de un 8% a un 11 por ciento”, detalló la firma en un comunicado a sus clientes.

Nuevo equipo terrestre

Con una inversión superior a 40 millones de pesos, Baja Ferries realizó la compra de nuevas unidades de equipo terrestre para brindar mayor eficiencia en el manejo de mercancías y con ello incrementar su capacidad de soluciones logísticas. Esto consiste en la compra de equipo de arrastre en terminal portuaria, conocidos comúnmente como “mulas”.

La adquisición de del equipo toma relevancia toda vez que el 80% de los bienes y materias primas que se consumen en Baja California Sur llegan vía marítima y, sobre este porcentaje, al menos siete de cada 10 productos lo hacen a través de las embarcaciones de Baja Ferries, según la firma.

Por otro lado, Ariel Pozo, CEO de Baja Ferries, explicó que la compañía busca “impulsar a la marina mercante, porque es un catalizador del desarrollo económico de nuestro país”, de tal forma que “próximamente anunciaremos el lanzamiento de una ruta en el Golfo de México para conectar los puertos de Veracruz y Progreso”.

Al impulsar las carreteras marinas y la marina mercante, de acuerdo con el directivo, “podemos garantizar mayor seguridad en el traslado de mercancías; mayor movilidad de carga, mejores servicios logísticos al complementarse distintos medios de transporte y menor impacto ambiental”.

Lo anterior se suma a la inversión que Baja Ferries realizó a finales del año pasado con la compra del “México Star”, el barco más grande de Latinoamérica en su tipo para operar en el Mar de Cortés. La adquisición del equipo terrestre actual se añade también a los más de mil millones de pesos que se han ejercido en los últimos 12 meses en distintos proyectos.