Por Redacción PortalPortuario.cl
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El Puerto de Rotterdam manejó 112,4 millones de toneladas de carga durante el tercer trimestre de 2019. Esto significa que se han transbordado un total de 353,5 millones de toneladas hasta el final del tercer trimestre. En comparación con el año anterior, esto representa un aumento del 1% en el manejo de carga.
El crecimiento del volumen fue impulsado principalmente por contenedores, petróleo crudo, GNL y biomasa. Sin embargo, hubo una reducción en el transbordo de productos de carbón y aceite mineral.
Frente a esto, Allard Castelein, CEO de la Autoridad del Puerto de Rotterdam, expresó que “en el tercer trimestre nuevamente vimos un crecimiento saludable en términos de contenedores, una de las puntas de lanza estratégicas de la Autoridad del Puerto. Sin embargo, lo preocupante es que la relación entre los principales bloques comerciales del mundo sigue siendo tensa, al igual que la continua incertidumbre sobre la introducción de aranceles comerciales después del Brexit”.
Respecto a carga seca a granel, se transfirió un total de 55,9 millones de toneladas hasta el final del tercer trimestre. Esa es una caída del 1,4% en comparación con el año pasado.
A fines del tercer trimestre, el transbordo de granel líquido totalizó 159,5 millones de toneladas. Esto fue casi igual al volumen del año pasado.
El transbordo de petróleo crudo estuvo por encima del nivel del año pasado en los tres trimestres, un aumento del 2,8%. Hubo más oferta porque las refinerías en Rotterdam y Amberes, que se abastecen a través de Rotterdam, aumentaron la producción después de las inversiones realizadas en las plantas en los últimos años.
El GNL continuó creciendo fuertemente. El aumento ascendió al 46% debido al mayor consumo europeo de gas producido en la región atlántica.
El transbordo de contenedores fue 3.3% más alto en términos de toneladas que el año anterior (3.8% medido en TEU). Este crecimiento tuvo lugar principalmente durante los primeros seis meses del año, estabilizándose en el tercer trimestre. Esto fue causado por una desaceleración general en el crecimiento del comercio mundial y una caída en el volumen de carga marítima corta que se envía al Mediterráneo Oriental.