Por Redacción ElVigía.com
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Los transportistas franceses no pueden más. Este martes han dado la luz de alarma tras más de 40 días de huelga general y la situación de parálisis que afecta al país desde el pasado 5 de diciembre. Las principales patronales, encabezadas por las todopoderosas Union des Entreprises de Transport et de Logistique de France (TLF y TLF Overseas) y la Federation Nationale des Transports Routiers (FNTR), exigen al Gobierno de Macron que desbloquee los puertos a fin de garantizar la libre circulación de personas y bienes.
“El transporte de mercancías está en peligro. Sin puertos, no puede haber comercio exterior. Nuestros puertos están en el corazón de la economía francesa. Nuestro gobierno debe tomar conciencia urgentemente de las consecuencias de esta situación para la competitividad del sector”, advierte Herbert de Saint Simon, presidente de TLF Overseas.
La situación en los puertos es preocupante para todos los actores de la cadena logística: desde transportistas a transitarios pasando por agentes de aduanas. Las sucesivas operaciones llevadas a cabo por las organizaciones sindicales, conocidas como ports morts (puertos muertos) están golpeando con dureza a las empresas. La pasada medianoche los estibadores eran convocados a un nuevo paro de 72 horas.
Para la tercera gran organización del sector, Unostra, la situación “se ha vuelto catastrófica, los transportistas van muy mal y no podrán resistir mucho más tiempo. Además, la economía no puede soportar el cierre de todos estos puertos franceses”. Desde enero, la situación ha empeorado con las sucesivas huelgas de los estibadores, que se van encadenando semana tras semana.
Decenas de millones de pérdidas
Las organizaciones empresariales piden a las autoridades que reaccionen con medidas concretas, y lamentan tener que estar soportando solos el impacto económico de las protestas. En una carta enviada este lunes, la TLF ha solicitado una exención de los costes de estacionamiento, vigilancia, conexión de contenedores refrigerados, atascos y demoras.
Quienes más lo sufren son los transportistas por carretera. Miles de transportistas están atascados en los puertos por falta de mercancía. La caída de los tráficos se estima en un 40% para el Puerto de Marsella Fos, el doble para Le Havre. Y en términos similares se encuentran otros enclaves, como Burdeos, Nantes Saint-Nazaire o Dunkerke.
Las pérdidas económicas se cifran en decenas de millones de euros. “Deben adoptarse inmediatamente medidas específicas, en particular para las empresas que trabajan en los puertos. Esta situación debe abordarse ahora de manera acorde con lo que está en juego en términos de desbloqueo y apoyo a las empresas”, asegura Jean-Christophe Pic, presidente de FNTR.