Redacción TradeNews
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Por los históricos bajos registros en los niveles de agua del río Paraná, la Prefectura Naval Argentina, la autoridad en materia de seguridad de la navegación, advirtió sobre las dificultades que enfrenta la navegación de los buques de gran porte en los ríos Paraná Bravo, Paraná Guazú, Paraná de las Palmas y Pasaje Talavera.
“Esto se debe a los efectos adversos que su desplazamiento puede llegar a producir sobre las costas, donde se emplazan instalaciones fijas, como es el caso de terminales e infraestructuras portuarias, amarraderos de barcazas, zonas habilitadas para esparcimiento, edificaciones isleñas o embarcaciones amarradas, maniobrando o en operaciones de alijo en las proximidades de los muelles”, indicó la Prefectura en un comunicado.
En tal sentido, emitió un alerta para los “capitanes de buques y prácticos sobre los potenciales riesgos que representa el fenómeno de estiaje del río para la seguridad de la navegación, la protección ambiental, la eficacia del tráfico de buques e integridad operativa de la vía de navegación”.
Los nuevos parámetros de seguridad recomiendan extremar las medidas de seguridad. “Los buques navegarán con precaución, reduciendo la velocidad a la mínima de maniobra compatible con su buen gobierno, siempre que haya otros buques o embarcaciones amarradas, maniobrando o en operaciones de alijo, en las proximidades de los muelles, terminales portuarias o tramos del río que así lo requieran”, dice la norma.
Por último, la autoridad marítima y fluvial recordó que el Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre (Reginave), prohíbe a todo buque navegar “a velocidades tales que puedan producir situaciones peligrosas (sea a los buques, artefactos navales o embarcaciones que naveguen en las proximidades o que se hallen amarrados o fondeados), o que superen las máximas fijadas por la Prefectura”.
Por su parte el Instituto Nacional del Agua subrayó en su último informe que la situación del río Paraná en el tramo argentino es de “bajante extraordinaria”.
En la zona de Corrientes y Barranqueras (Chaco), “las lluvias registradas no produjeron un efecto notorio en el tramo, si bien el nivel se observó en leve ascenso, los máximos semanales continúan estando muy por debajo de lo normal (0,45 metros y 0,52 metros, respectivamente). Se mantiene en los valores mínimos observados en 2020”, indicó el organismo.
“La disminución importante de los caudales desde la alta cuenca del río Paraná llevará los niveles en esta confluencia con el río Paraguay a valores críticamente bajos, del orden de los mínimos históricos. En las próximas dos semanas irían evolucionando hasta aproximarse a valores cercanos a los ceros de escala”, amplía el reporte.
“El panorama hidrometeorológico indica pocas probabilidades de repunte, durante los próximos días continuaría descendiendo, es muy probable que se presenten valores cercanos a cero de escala la próxima semana”, concluye el informe sobre los niveles de agua en el río.