El Puerto de Sevilla continúa con el programa de estudios científicos, esta vez para analizar cómo aumentar la escala de calado y con ello, el acceso de barcos más grandes y más pesados a sus terminales.
Esa es la única vía que ha encontrado la Autoridad Portuaria para que los muelles sigan siendo competitivos tras la cancelación del proyecto de dragado de profundización hace ya cuatro años. El precio que supone ganar unos centímetros más no es precisamente barato.
La institución viene invirtiendo una media de un millón de euros al año y para esta iniciativa se ha provisto un presupuesto de 1.5 millones..
Esta fase “durará hasta finales de 2023, aunque se puede extender a principios de 2024 y como novedad, la Hispalense ampliará el monitoreo hasta la zona de la dársena, la de Huelva cuantificará la procedencia de los sedimentos y la de Málaga terminar de calibrar los modelos matemáticos y pondrá en funcionamiento el baroclino, que predice el comportamiento de la salinidad en le estuario”, aseguran a ABC Sevilla fuentes de la Autoridad Portuaria.
Entre 2021 y 2022 la Autoridad Portuaria de Sevilla ha renovado los estudios científicos para ampliar el conocimiento del estuario del Guadalquivir. “En este mes de enero, la institución da continuidad a las investigaciones biológicas y ambientales llevadas a cabo por el Laboratorio de Biología Marina (LBM-US) a través de la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla por un importe de 700.000 euros”, comentan.
Por otro lado, la Autoridad Portuaria de Sevilla ha adjudicado también a la Universidad de Málaga, en concreto al grupo de Oceanografía Física, la realización de estudios hidrodinámicos y ambientales en el marco del Proyecto de Optimización de la Navegación. Este es el que ha permitido mejorar la navegación con un mayor conocimiento de la onda de marea y aumentar la escala de calado, que llega ahora a los 7,2 metros.
Solo así es posible, de momento, la entrada de cargueros más grandes o con más peso en condiciones de seguridad. Estos veinte centímetros de más que se pueden atribuir ahora al canal del Guadalquivir permite el atraque de buques con 300 toneladas más de carga.
Los estudios científicos los costea el Puerto con recursos propios sin más colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que también tiene amplias competencias en el río, ni del Gobierno central, que fue el que tumbó el proyecto del dragado de profundización sin ofrecer otra alternativa ni ayudas a los muelles sevillanos como compensación. Tampoco reconoce la singularidad de ser el único puerto interior de España.