La naviera danesa Maersk comunicó que se reserva el derecho de asignación de todos los contenedores de importación descargados en el puerto de Valencia a partir del próximo 1 de marzo de 2022. Con esta actuación, la compañía extiende al recinto valenciano esta práctica que ya venía aplicando en los puertos de Barcelona y Algeciras.
La compañía marítima ha indicado que este cambio “permitirá a Maersk acelerar significativamente los tiempos de manipulación de su carga y mejorar la ejecución de las entregas. Contribuirá a reducir el tiempo de devolución de los contenedores vacíos y, por tanto, a reducir los tiempos de espera en la terminal”.
Según Maersk, “este hecho, tendrá un efecto positivo en la huella de emisiones de CO2 de los clientes en el área de Valencia”, lo que “significa ofrecer a los clientes un producto de importación todo en uno, en el que solo tiene que proporcionar el lugar de entrega final y la fecha en la que desea recibir su contenedor”.
Acorde a El Mercantil, la política de Maersk supone un nuevo paso en la concentración vertical de las grandes navieras, que buscan ofrecer servicios puerta a puerta. Así lo denunciaron cargadores y transitarios, a través de las asociaciones representativas cargadoras como Transprime o la federación española de transitarios Feteia, tras el anuncio realizado para el puerto de Barcelona.
Ambas entidades afirmaron que esta “dañina iniciativa priva al cliente final de escoger la opción más conveniente para su flujo logístico y deteriora la calidad del servicio prestado”.