Las autoridades de Canarias respondieron después de que el práctico que trabajaba en el portacontenedores Wec Frans Hals que llegaba informara de que el capitán del buque parecía estar ebrio.
Según consigna Maritime Executive, el buque tenía dificultades para realizar una maniobra de atraque, lo que se evidenció por un aparente rumbo errático del barco al aproximarse al muelle.
En detalle, el práctico informó a la Autoridad Marítima, que a su vez intervino a la Guardia Civil para que inicie una investigación al caso. Cuando la policía subió al barco, le realizó el test de alcoholemia al capitán, donde arrojó que se midió 1,13 mg/l frente al límite legal de 0,25 mg/l.
Tras los resultados del examen, la Autoridad Marítima multó al capitán con aproximadamente 83 mil dólares.