La arremetida del presidente electo estadounidense, Donald Trump, contra el Canal de Panamá, está generando una escalada de tensión con afirmaciones sobre el posible uso de la fuerza militar de EE.UU. para apoderarse de la vía o “recomprarla” mediante una iniciativa legislativa.
A eso se suma una propuesta de reforma al Código Penal de Panamá para que se castigue con 50 años de cárcel a quien, dentro o fuera del país, atente contra la vía que une el Atlántico con el Pacífico y por la que pasa el 3% del comercio mundial.
Trump, que asumirá su segundo mandato el próximo 20 de enero, ha estado acusando desde diciembre pasado a la administración del canal de cobrar tarifas excesivas a EE.UU., así como un supuesto control de la vías por parte de China, ambos extremos negados varias veces por las autoridades de Panamá.
Incluso, el futuro mandatario dijo el pasado martes, cuando le preguntaron sobre si descartaba el uso de “coerción militar o económica” para hacerse con el control del canal de Panamá y de la isla de Groenlandia (Dinamarca), que “no” podía hacerlo.
El Canal de Panamá lo construyó Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso total al Estado el 31 de diciembre de 1999, como quedó establecido en los Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por el líder panameño, Omar Torrijos, y el expresidente estadounidense, Jimmy Carter.
En Panamá, el diputado Ricardo Vigil, del Partido Panameñista, presentó en el Parlamento una iniciativa que propone agregar dos artículos al Código Penal para establecer una pena de 50 años de cárcel a quien atente contra la seguridad jurídica y operacional del canal.
La operación exitosa de Panamá durante los últimos 25 años “ha generado opiniones a nivel nacional e internacional que buscan poner en riesgo la soberanía del territorio y el funcionamiento del canal”, dijo Vigil ante el pleno del Parlamento.
Ante esta propuesta, Stoute considera que “no es ni el momento ni la coyuntura para amenazar ni atacar a un futuro gobierno estadounidense”, el cual, destacó está dirigiendo declaraciones “agresivas” no sólo hacia Panamá sino también hacia otros países aliados de EE.UU. en América y Europa.
La iniciativa fue bautizada como “Ley de la recompra del Canal de Panamá” y autoriza al presidente (estadounidense) a iniciar negociaciones con representantes del Gobierno de Panamá para la compra de esa infraestructura.