Por Redacción PortalPortuario
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El Centro Global para la Descarbonización Marítima (GCMD) publicó su informe del Proyecto Lotus (Impacto a largo plazo del uso continuo de biocombustibles en las operaciones de los buques), lanzada en asociación con NYK Line en mayo de 2024, una prueba que resultó positiva de seis meses a bordo de un transportador de automóviles y camiones (PCTC) que evaluó el impacto del uso continuo de una mezcla B24, que comprende 24% de éster metílico de ácidos grasos (FAME; también conocido como biodiésel) con fueloil con muy bajo contenido de azufre (VLSFO), en el rendimiento del motor y las operaciones de los sistemas de suministro de fueloil.
Hasta la fecha, no se han evaluado exhaustivamente los impactos del uso prolongado de biodiésel en los motores principales y generadores, los sistemas de almacenamiento y suministro de combustible y otros componentes de a bordo. Además, los protocolos operativos para el acondicionamiento de combustible, el almacenamiento a bordo y las listas de verificación de inspección exhaustivas siguen siendo limitados. El proyecto aborda esta brecha directamente al implementar un enfoque de monitoreo estructurado para rastrear la calidad del combustible y el lubricante en puntos de muestreo clave en estos sistemas e inspeccionar los componentes del motor y del sistema de combustible durante toda la prueba.
Este trabajo cobra especial relevancia tras la aprobación por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI) de su marco de cero emisiones netas, lo que posiciona a los biocombustibles como una medida de descarbonización cada vez más valiosa a corto plazo. Los armadores pueden aumentar el contenido de biocombustibles en sus mezclas para reducir las penalizaciones derivadas de los crecientes objetivos de intensidad de consumo de combustible (GFI) de gases de efecto invernadero (GEI), cumplir los requisitos de cumplimiento normativo o generar unidades excedentes para su comercialización o uso futuro.
El Proyecto Lotus implicó extensas pruebas de laboratorio de 94 muestras de combustible y 91 de aceite lubricante, junto con inspecciones y mediciones detalladas del motor durante el dique seco posterior a la prueba programado del buque.
Los motores principales y generador, que funcionaron con B24 durante 2.888 y 1.813 horas, respectivamente, tuvieron un rendimiento comparable a cuando funcionaron con VLSFO.
Las observaciones clave confirmaron la ausencia de lodos excesivos en las válvulas de inyección de combustible, rayones en los émbolos de la bomba de inyección y desgaste de camisas y pistones superior al especificado por el fabricante del equipo original (OEM). Los análisis de drenaje de barrido y aceite del motor también mostraron la ausencia de elementos de desgaste excesivos.
Si bien el valor de acidez de las mezclas B24 aumentó 2,5 veces después de seis meses de almacenamiento, la calidad del combustible se mantuvo dentro de las especificaciones ISO 8217. No se observó crecimiento microbiano en las muestras de combustible.
Con estos hallazgos, los fabricantes de equipos originales confirmaron la compatibilidad del motor y del hardware con el uso a largo plazo del B24, sin un impacto significativo en los costos operativos, siempre que se sigan las prácticas adecuadas de mantenimiento y manipulación.
Para complementar el piloto, GCMD encuestó a otros operadores de buques que utilizan biodiésel para comparar sus prácticas a bordo con las directrices emitidas por las sociedades de clasificación marina y los fabricantes de equipos originales (OEM).
Las entrevistas indican que, si bien los fabricantes de equipos originales (OEM) y las sociedades de clasificación adoptan una postura de extrema precaución, los operadores de buques encuestados han adoptado una estrategia más pragmática y basada en el riesgo para la adopción de mezclas de biodiésel, adaptando los procedimientos operativos estándar (POE) existentes para VLSFO con la orientación técnica recomendada cuando sea factible. Esto sugiere que, cuando los operadores realizan operaciones adecuadas de acuerdo con dicha orientación, el uso de biodiésel no presenta mayores problemas.
A medida que la adopción de biocombustibles se vuelve cada vez más generalizada, los operadores de barcos, los fabricantes de equipos originales y las sociedades de clasificación deberán ponerse de acuerdo sobre cómo y en qué medida se debe aplicar la orientación técnica para equilibrar los estándares de seguridad sólidos con las realidades operativas.
Un resultado clave del Proyecto Lotus es el desarrollo de un marco de monitoreo estructurado diseñado en torno a consideraciones operativas para el uso de biodiesel para rastrear sistemáticamente el desempeño del equipo e identificar anomalías que surgen de las operaciones con biodiesel.
Se creó una plantilla de registro de datos a partir de un registro de motor existente y se adaptó a las necesidades específicas del proyecto. Tras una exitosa prueba piloto, esta plantilla está disponible públicamente y puede personalizarse para adaptarse a diferentes configuraciones de embarcaciones.
La profesora Lynn Loo, directora ejecutiva de GCMD, afirmó que “el Proyecto Lotus fundamenta el debate sobre el uso extendido de biocombustibles en la evidencia. Nuestros hallazgos demuestran que pueden implementarse de forma segura y fiable, lo que proporciona una vía concreta para la descarbonización del transporte marítimo”.
Nobuhiro Kashima, director ejecutivo de NYK Line, comentó que “el uso de biocombustibles es una de las opciones clave para impulsar el desarrollo sostenible de la industria marítima. Esperamos que los resultados de este proyecto ofrezcan nuevas posibilidades a quienes estén considerando la adopción de biocombustibles y contribuyan a acelerar su uso generalizado en diversos ámbitos”.
“Al compartir el valor de la descarbonización y la logística con toda la sociedad, aspiramos a contribuir juntos a la creación de la próxima generación del transporte marítimo”, cerró Kashima.














































