Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
La administración Trump está considerando un plan para restringir una amplia gama de exportaciones impulsadas por software hacia China -desde computadores portátiles hasta motores a reacción- como represalia por la reciente ronda de restricciones de envíos de tierras raras impuestas por Beijing, según un funcionario estadounidense y tres personas informadas por las autoridades del país norteamericano.
Aunque no es la única medida en evaluación, cumpliría con la amenaza del presidente Donald Trump de prohibir la movilización al mercado chino de “software crítico”, al limitar los envíos globales de productos que contienen software estadounidense o que fueron fabricados utilizando software de aquella nación.
El 10 de octubre, Trump declaró en una publicación en redes sociales que impondría aranceles adicionales del 100% a los envíos de China con destino a Estados Unidos, junto con nuevos controles de exportación sobre “todo software crítico” antes del 1 de noviembre, sin ofrecer más detalles.
Cabe señalar que la medida -cuyos detalles se informan por primera vez- podría no concretarse, según indicaron las fuentes. Sin embargo, el hecho de que se estén considerando estos controles muestra que la administración Trump está evaluando una escalada significativa en su enfrentamiento con China, incluso cuando algunos sectores del gobierno estadounidense prefieren un enfoque más moderado, según dos de las fuentes.
“Puedo confirmar que todo está sobre la mesa”, sostuvo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, a periodistas en la Casa Blanca, al ser consultado sobre las restricciones de software hacia China. “Si estos controles de exportación -ya sea de software, motores u otros elementos- se implementan, probablemente será en coordinación con nuestros aliados del G7”, acotó.
Los índices bursátiles de Estados Unidos cayeron tras el informe de Reuters, aunque luego recortaron pérdidas. El S&P 500 cerró con una baja del 0,5%, mientras que el Nasdaq terminó aproximadamente un 1% más abajo al cierre del mercado.
Emily Kilcrease, exfuncionaria comercial y ahora integrante del Center for a New American Security, señaló que el software es un punto de apalancamiento natural para Estados Unidos. Sin embargo, advirtió que implementar tales controles sería extraordinariamente difícil y provocaría reacciones adversas en la industria estadounidense.
“Uno esperaría que solo estén poniendo sobre la mesa amenazas que realmente estén dispuestos a cumplir y mantener”, comentó Kilcrease.
La Casa Blanca declinó hacer comentarios. El Departamento de Comercio, encargado de supervisar los controles de exportación, tampoco respondió a las solicitudes de información.
Un portavoz de la embajada china no comentó sobre las medidas específicas que Estados Unidos está considerando, pero afirmó que China se opone a que la nación norteamericana “imponga medidas unilaterales de jurisdicción extraterritorial” y prometió “tomar medidas firmes para proteger sus derechos e intereses legítimos” si la administración Trump continúa por lo que considera un camino equivocado.
Medida de presión
Funcionarios de la administración podrían anunciar la medida para ejercer presión sobre China sin llegar a implementarla, según una de las fuentes. También se están discutiendo propuestas de política más limitadas, indicaron otras dos personas.
“Todo lo imaginable se fabrica con software estadounidense”, comentó una de las fuentes, destacando el amplio alcance de la acción propuesta. Las fuentes pidieron no ser identificadas porque el asunto no es público.
La medida podría alterar el comercio global con China, especialmente en productos tecnológicos, y tendría un costo para la economía estadounidense si se implementa por completo.
Cabe recordar las restricciones que la administración Biden impuso a Moscú tras la invasión de Ucrania en 2022. Esas reglas limitaron las exportaciones a Rusia de productos fabricados globalmente con tecnología o software de Estados Unidos.
La publicación de Trump en Truth Social se produjo apenas tres semanas antes de una reunión previamente anunciada con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur, y un día después de que China ampliara drásticamente sus controles de exportación sobre elementos de tierras raras. China domina el mercado de estos elementos, esenciales para la fabricación tecnológica.

En su publicación, Trump también acusó a China de estar considerando “controles de exportación a gran escala sobre prácticamente todos los productos” que fabrica, así como sobre algunos artículos de origen extranjero, lo que -según él- afectaría a todos los países a partir del 1 de noviembre. Cualquier medida de ese tipo constituiría “una desgracia moral”, añadió.
Sin embargo, han surgido dudas sobre lo que Trump quiso decir con los controles sobre “software crítico”. Aunque Trump ha impuesto una serie de aranceles a China desde que asumió el cargo en enero, ha mostrado vacilaciones en el uso de restricciones a las exportaciones hacia Beijing, primero imponiendo estrictos límites a los envíos de chips de inteligencia artificial de Nvidia y AMD, para luego retirarlos.
De manera similar, a fines de mayo, Estados Unidos impuso nuevas restricciones al software de diseño de chips y otros productos después de que China retrasara los envíos de tierras raras necesarias para fabricantes de automóviles estadounidenses y otros sectores, aunque levantó esas restricciones a principios de julio.
Mientras tanto, China ha expresado su oposición a una norma de la administración Trump emitida el mes pasado que restringe a las empresas estadounidenses el envío de bienes y tecnología a compañías que estén al menos en un 50% bajo propiedad de firmas chinas sancionadas.
Las importaciones chinas actualmente enfrentan aranceles estadounidenses de alrededor del 55%, que podrían aumentar hasta el 155% si Trump cumple con su amenaza de elevarlos. Sin embargo, Trump pareció suavizar su postura hacia Beijing tras esas amenazas, publicando el 12 de octubre que “¡Estados Unidos quiere ayudar a China, no hacerle daño!”.
Se espera que el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, se reúna esta semana con el viceprimer ministro chino He Lifeng en Malasia, antes del encuentro entre Trump y Xi en Corea del Sur más adelante este mes.













































