La Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC) denunció que sus transportistas están sufriendo ataques físicos y disparos en el marco del paro que protagoniza la Federación de Trabajadores Portuarios de Costanera Espigón de San Antonio, la cual -hace dos semanas- se mantiene en conflicto con el concesionario Puerto Central y su empresa ligada Muellaje Central.
Según el gremio, el principal problema es que no se puede trabajar, mientras crece la inseguridad por la acción de piqueteros armados que han atacado a los transportistas. Esta situación fue informada directamente al Ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, ante el deterioro de la normalidad .
Al cumplirse dos semanas del conflicto que enfrenta a trabajadores y la firma portuaria, hay más de 9.000 automóviles, avaluados en cerca de 100 millones de dólares, inmovilizados e impedidos de ser despachados desde San Antonio a las marcas y distribuidoras. Asimismo, las firmas que se dedican al transporte de dichos vehículos, cifran sus pérdidas empinándose al millón de dólares, indicaron los afectados.
El Presidente de la CNDC, Juan Araya, junto con informar esta tarde al Ministro Gómez-Lobo de las consecuencias del paro, precisó que este afecta las condiciones laborales y de seguridad, por lo que tomó contacto con los ministerios del Interior y del Trabajo. “Esto dejó de ser normal y planteamos que el gobierno debe hacerse cargo de resolver este conflicto”.
En tanto, el portavoz de las empresas transportadoras, Andrés Ovalle, denunció los ataques armados contra camiones, conductores y vehículos importados que iban a ser llevados a sus puntos extraportuarios. “Nosotros no somos parte de un conflicto laboral entre el Puerto Central y los sindicatos de trabajadores, no tenemos nada que ver, y sin embargo nos atacaron con armas y piedras. Nuestro problema es que nos vemos impedidos de trabajar”, señaló Ovalle, quien dijo que es el gobierno el responsable de restablecer la normalidad.
“No vemos ninguna voluntad de Puerto Central de San Antonio en buscar una solución, y al revés, lo único que hace es presionar a los transportistas para que retiremos vehículos y así generar espacio para seguir descargando buques. Se está dando una falsa sensación de normalidad, ya que su personal incluso está trabajando con mascarillas para no ser reconocidos por los piqueteros por temor a represalias”, expresó.