Por Redacción PortalPortuario/Agencia Télam
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Las exportaciones de la agroindustria representaron el 55% del total de las ventas al exterior realizadas desde la Argentina durante 2023, según indicó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En total, las exportaciones argentinas el año pasado llegaron a los USD 66.701 millones, 25% menos que en 2022, donde se habían registrado máximos exportadores por USD 88.446 millones.
Según el informe, a pesar del impacto de la sequía, el 55% de lo exportado por el país correspondió a las cadenas agroindustriales.
De los 12 complejos exportadores principales, 9 corresponden a las cadenas agroindustriales y, en este grupo, “las mayores caídas nominales y absolutas del año pasado en las exportaciones nacionales se observaron en las tres principales cadenas de granos del país, soja, maíz y trigo”.
“Desde 2011 que la participación de la agroindustria en las exportaciones nacionales no se observaba en estos niveles; de acercarse al 70% del total de las exportaciones en 2021, la agroindustria generó el 55% de las exportaciones argentinas en 2023, producto de la feroz sequía”, explicó.
En tanto, la exportación de trigo se derrumbó 70% respecto del año 2022, con el menor volumen de toneladas desde 2014 y el mínimo en valor desde el año 2015.
Cabe mencionar que Brasil fue el principal socio triguero, con USD 924 millones generados, seguido por Chile con USD 249 millones, Uruguay USD 47 millones y Bolivia USD 40 millones.
A pesar de la baja de las exportaciones de soja -2023 fue el año con menores exportaciones en valor para este complejo desde 2009-, la industria oleaginosa volvió a mostrarse como el primer complejo exportador argentino.
La caída interanual de la soja fue de 44%: en 2022 este complejo había generado US$ 24.670 millones y en 2023 generó US$ 13.697 millones.
“Si lo medimos en toneladas exportadas, tenemos que remontarnos más de 20 años para encontrar un volumen exportador tan recortado por una sequía, lo que toma especial preponderancia teniendo en cuenta que hace 20 años se sembraba un 20% menos de soja”, analizaron los economistas Natalia Marín, Guido D’Angelo y Emilce Terré, autores del citado informe de la BCR.
Además, en la campaña se perdió el 23% del área sembrada, con lo cual una de cada cuatro hectáreas sembradas con soja no pudieron cosecharse.