Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Con el cierre de la temporada de cruceros en Valparaíso, que tuvo a las naves Ocean Victory; en el T2, y al Roald Amundsen; en el T1, el alcalde de la comuna, Jorge Sharp, pidió la creación de una Policía Turística y fortalecer el rol de la Armada de Chile, por medio de la Policía Marítima con el objetivo de mejorar la seguridad en el litoral de cara a los próximos ciclos de naves internacionales.
“La seguridad es clave para el desarrollo de cualquier actividad económica, no solamente de los cruceros, en particular, del turismo. En este caso, la Delegación Presidencial y las policías tienen un compromiso con hacer de que la experiencia, particularmente del turista, en Valparaíso sea la adecuada. A nosotros nos gustaría mayor presencia policial. En materia turística, somos partidarios de crear en Chile una Policía Turística como sucede en otras partes del mundo y mientras esa discusión avanza pusimos en marcha nuestras patrullas muncipales que acompañan a muchos turistas en plazas, miradores y en el plan. Precisamente, asisten a los turistas para que la experiencia sea la adecuada”, comentó Sharp.
“Nuestro objetivo es que haya en Chile una Policía Turística y para eso estamos trabajando y demostrando que sí se puede mediante la acción del Gobierno local de Valparaíso con estas patrullas muncipales que acompañan a los turistas nacionales y extranjeros”, insistió.
Consultado por la alarma generada tras el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) que develó las falencias en materia de control de tráfico de drogas y el uso de los puertos con tal efecto, mostrando al vecino San Antonio como un punto crítico para el tránsito de cocaína desde Colombia y Perú a Europa, Sharp manifestó que “me parece que el país tiene desatendidos sus puertos. El Estado, el Parlamento, ha escuchado poco al mundo marítimo-portuario, a los municipios de ciudades puerto en los requerimientos que tienen los puertos para poder crecer, en compatibilizar ese crecimiento con las ciudades y hacer que puedan tributar en las ciudades y sean puertos mucho más seguros”.
“A mí me parece que de los 1.500 millones de dólares anunciados por el Gobierno en materia de seguridad, varios de esos millones de dólares deberían ir destinados a la seguridad en los puertos. Al puerto de Valparaíso, al puerto de San Antonio, a los puertos, en definitiva, públicos. También los concesionarios tienen un rol que, en ese plano, jugar. Estamos viendo en la ciudad la concesión; por tanto, la futura concesión va a tener que considerar algunos aspectos adicionales en materia de seguridad”, añadió.
“Soy conciente de los esfuerzos que hace la Empresa Portuaria (de Valparaíso) en estas materias, pero muchas veces se encuentra de manos atadas por falta de recursos, como la falta de personal en materia de Policía Marítima. La Armada tiene muy claro que tiene déficit de personal y que requiere leyes para ampliar su planta y poder promover y contratar a más personas para cumplir esos roles, no solamente en los puertos, sino en todo el borde costero y esa discusión está completamente ausente de la conversación política”, enfatizó.
Muelle de cruceros
El alcalde Jorge Sharp, asimismo, al dar cuenta de los resultados de la temporada 2022-2023 que consideró la atención de 31 recaladas, llegando al nivel de 2018/2019, plasmó la necesidad de contar con infraestructura dedicada para este tipo de naves.
“Valparaíso requiere una infraestructura de cruceros adecuada. Necesitamos que al frente del Terminal de Pasajeros haya un muelle de cruceros que permita que las naves puedan venir sin ningún problema, sin afectar tampoco a la actividad de la carga del puerto. Hay recursos y hay una necesidad hoy día para que eso se concrete de esa forma”, expresó.
“Va a seguir creciendo la actividad de cruceros. De hecho, es muy probable que haya más de 31 recaladas en la próxima temporada y más de 40 mil pasajeros y que podamos igualar como ciudad, en el mediano plazo, lo que está sucediendo en Ushuaia (Argentina)”, remarcó.
Destinterés
Sharp acusó desinterés de las autoridades nacionales con el futuro de los puertos, toda vez que la Ley que abrió -en 2019- el cabotaje de personas para naves de sobre 400 pasajeros quedó sin aplicarse al no dictarse su reglamento. En consecuencia, las líneas que podrían vender paquetes turísticos entre puertos chilenos no lo han hecho dada esta incerteza.
“La libertad de cabotaje en nuestras costas, claramente, es un incentivo a la industria de cruceros, pero es un reflejo adicional al desinterés que hay de parte de las autoridades nacionales con el futuro de los puertos y las tremendas potencialidades que existen de poder convertir a los bordes costeros y al puerto en motores económicos, en un estado superior al que hoy día conocermos”, concluyó.