Alejandro Tudela es Presidente del directorio de Puertos Talcahuano
El Día Internacional de la Mujer no se celebra, sino que se conmemora. No es un gesto de deferencia, sino un hito de reflexión.
Su origen se remonta a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas de 1977, cuando se fijó la fecha para reconocer la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos sociales y civiles.
En los últimos años su denominación se ha abreviado como 8M, recordándonos que tenemos temas pendientes y que, desgraciadamente, la violencia de género, una violencia multidimensional, sigue patente.
Este año, la ONU llama a recordar la efeméride bajo el lema “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”. Ello porque, en una muestra de 51 países, el 38% de las mujeres ha experimentado violencia en línea.
Aunque cambian los soportes, las brechas aún persisten. De allí la importancia de reconocer este día como un espacio para conversar, recordando dónde estábamos hace un año y dónde deberíamos llegar el próximo. Es un ejercicio de conciencia, como también de diálogo en la esfera familiar, laboral y social.
En Puertos de Talcahuano venimos trabajando este tema hace años, de manera sistemática. Tenemos un Comité de Género, en el que participa el Directorio, y poseemos un Sistema de Gestión en Igualdad de Género y Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal que se audita periódicamente.
A fines del año pasado nos convertimos en la primera empresa en Chile en certificarse bajo la Norma Chilena 3262, versión 2021, y lanzamos tempranamente un Programa de Embajadores de Género en la Mesa Público Privada de SernamEG Biobío, porque estamos convencidos de que los hombres tenemos una alta responsabilidad en el cambio cultural que se requiere.
Como telón de fondo, el enfoque de género es parte de nuestra Política de Derechos Humanos, bajo la convicción de que promover la equidad entre hombres y mujeres no es una concesión, sino un deber ético.
Visto de esa forma, invito a abordar el Día Internacional de la Mujer como un momento para reflexionar, pero también para hacer un balance; una instancia para conmemorar, pero también para actuar y, sobre todo, avanzar no solo en intenciones, sino en hechos concretos.