Alejandro Tudela es presidente de Puertos Talcahuano
Tenemos el desafío de fijar un plazo para que los puertos lleguen a las cero emisiones de dióxido de carbono (CO2), alineándonos con la Ley Marco de Cambio Climático Nº21.455, que establece la meta de carbono neutralidad y resiliencia para 2050.
Desde 2015, San Vicente Terminal Internacional (SVTI) y Talcahuano Terminal Portuario (TTP) son parte, junto a otros siete terminales de la región, de un Acuerdo de Producción Limpia (APL), en cuyo Comité Coordinador participa activamente la empresa estatal Puertos de Talcahuano.
Dicho acuerdo fue actualizado por última vez en 2022 en el Puerto de San Vicente, ocasión en que, bajo la auditoría de la Agencia para la Sustentabilidad y el Cambio Climático y la Corporación Chilena de la Madera, se trazaron 57 acciones para seguir avanzando en cuatro niveles: ambiente, seguridad, salud ocupacional, relaciones con la comunidad y trabajadores.
El cálculo de la huella de carbono es una de las formas en que el rubro da pasos en favor de la sustentabilidad ambiental. Ello, porque para reducir las emisiones provenientes de fuentes fósiles, se debe saber primero cuántas se generan y de manera estandarizada. De ahí la importancia de seguir una metodología validada, como la de Huella Chile. En nuestro caso, hace dos años calculamos las emisiones en base a ese criterio, comprometiéndonos a que el edificio corporativo sea carbono neutral antes de 2032.
En el mismo ámbito, la Comunidad Logística de Talcahuano (Comlog), integrada por 26 empresas, firmó un acuerdo con el Instituto Profesional Virginio Gómez, para que sus estudiantes de Técnico e Ingeniería en Medio Ambiente calculen la huella de carbono de algunas de esas compañías.
Respecto de la migración de consumidor a generador de energía, en base a fuentes renovables, estudiantes de las universidades de Concepción y Católica de la Santísima Concepción realizarán trabajos de titulación orientados a la prospección del potencial solar, eólico y undimotriz de nuestros recintos portuarios.
La descarbonización de los puertos es un asunto de responsabilidad social, sobre todo si queremos consolidarnos como una región plataforma en el siglo XXI. En efecto, debemos fijar una fecha que nos permita calendarizar una estrategia y acciones, invirtiendo en las tecnologías apropiadas, con tal de contar con las energías renovables que nos permitan avanzar hacia dicho objetivo.