El Allure of the Seas, el barco más grande del mundo junto a su gemelo Oasis of the Seas, atracó en el puerto de Barcelona para dar inicio a la que será su primera temporada de cruceros en el Mediterráneo.

Según consigna La Vanguardia, el barco salió de Fort Lauderdale, Miami, hace casi un par de semanas con el 80% de ocupación, es decir, unos 5.000 pasajeros, en un viaje único transatlántico que finalizó el 1 de mayo a las puertas de la Ciutat Comtal.

Tras su recalada, y luego de permanecer varias horas en Barcelona, la nave partió a los astilleros de Navantia en Cádiz, para hacer una varada programada que pondrá de nuevo a punto este coloso de los mares para que se estrene en el Mediterráneo.

El crucero, propiedad de Royal Caribbean, iniciará su andadura en aguas mediterráneas el próximo 19 de mayo con un primer crucero de cinco noches visitando, entre otros, Roma y Nápoles y, posteriormente, a partir del 24, rutas de 7 noches cada semana desde Barcelona con escalas en Palma de Mallorca, Marsella, La Spezia, Civitavecchia y Nápoles.

Se trata de uno de los barcos más grandes -360 metros de eslora- e innovadores del mundo que pertenece a la clase Oasis de Royal Caribbean. Cuenta con siete vecindarios temáticos, pero el llamado Central Park, un verdadero pulmón verde con más de 12.000 plantas y árboles, es uno de los principales sellos distintivos del barco junto con el Boardwalk, un pedazo pintoresco de Norteamérica donde todo sabe a yanqui, incluso las tapas y la tortilla española con la que los cocineros del barco, nada menos que 222, hacen su pequeña adaptación al mercado que los acoge.

También destaca el Aquatheater (la piscina de saltos acrobáticos más profunda de alta mar) o las dos piscinas para hacer surf y el tiovivo hecho a mano. En el aspecto cultural el barco también destaca por ofrecer los musicales de moda de Broadway, y a partir de junio ya ha anunciado al pasaje la representación de Mamma Mia.

La temporada del Allure of the Seas se alargará de mayo a octubre. El impacto económico que se estima que dejará en la ciudad es de 27 millones de euros por temporada, debido a los 158.000 pasajeros que espera transportar. Este será el único crucero que amarrará a lo largo del día en el Moll Adossat, puesto que necesita de las terminales A y B para llevar a cabo el desembarque.

Ambas terminales están unidas entre sí gracias a unas obras especiales llevadas a cabo con la finalidad de conseguir un lineal de amarre de 400 metros continuos, precisamente para poder atender este tipo de embarcaciones.

El año pasado, el gemelo del Allure, el Oasis of the Seas, ya puso a prueba con éxito no sólo las instalaciones portuarias sino también la respuesta del público europeo.