Por Redacción PortalPortuario
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Grupos amientalistas expresaron su preocupación por las emisiones de metano que podría generar el crucero Icon of the Seas de la compañía Royal Caribbean. La nave, recientemente bautizada, es la más grande del mundo con una capacidad de 8 mil pasajeros.
Este buque cuenta con la capacidad de usar Gas Natural Licuado, lo que la hace más limpia, pero la quema de este combustible podría también generar problemas ambientales.
Los ambientalistas afirman que desde los motores del barco existe un riesgo de fuga de metano, lo que provocaría riesgos para el clima a corto plazo.
“Es un paso en la dirección equivocada”, dijo Bryan Comer, director del Programa Marino del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), un grupo de expertos en política ambiental.
“Estimamos que el uso de GNL como combustible marino emite más de un 120% más de emisiones de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida que el gasóleo marino”, afirmó.
En términos de efectos de calentamiento, el metano es 80 veces peor en 20 años que el dióxido de carbono, lo que hace que reducir esas emisiones sea clave para frenar el calentamiento global.
Los cruceros como Icon of the Seas utilizan motores de combustible dual de baja presión que filtran metano a la atmósfera durante el proceso de combustión, conocido como “deslizamiento de metano”, según expertos de la industria.
Si bien, el GNL ha sido una alternativa al combustible marino convencional en otros tipos de naves como graneleros y portacontenedores, el problema se da en los cruceros, toda vez que los motores disponibles para naves comerciales de carga son más altos y no entran en un barco de pasajeros, lo que da origen al problema de la fuga de metano en mayores cantidades.
Royal Caribbean dice que su nuevo barco es un 24% más eficiente en lo que respecta a las emisiones de carbono de lo que exige el regulador mundial del transporte marítimo, la Organización Marítima Internacional (OMI).
El GNL emite menos gases de efecto invernadero que el fueloil con muy bajo contenido de azufre (VLSFO) que impulsa la mayor parte de la flota marítima mundial, dijo Steve Esau, director de operaciones de Sea-LNG, una organización de defensa de la industria.
Los motores de crucero convierten el gas natural en energía en un cilindro, donde es “importante asegurarse de que todo el gas natural se convierta en energía”, sostuvo Juha Kytölä, director de I+D e Ingeniería de Wärtsilä, que desarrolló los motores del crucero.
“Lo que no se convierte puede escapar a la atmósfera durante el proceso de combustión”, afirmó, añadiendo que “la tecnología de motores de gas natural de Wärtsilä emite un 90% menos de metano que hace 20 o 30 años”.
Los motores de los cruceros tienen un deslizamiento de metano estimado del 6,4% en promedio, según una investigación de 2024 financiada por el ICCT y otros socios. La OMI supone un deslizamiento de metano del 3,5%.
“El metano está siendo objeto de un mayor escrutinio”, apuntó Anna Barford, activista de transporte marítimo de Canadá en Stand Earth, una organización sin fines de lucro, y señaló que el verano pasado la OMI dijo que sus esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero incluyen abordar las emisiones de metano.
De los 54 barcos encargados desde enero de 2024 hasta diciembre de 2028, se espera que el 63% funcione con GNL, según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros.
Actualmente, alrededor del 6% de los 300 cruceros que navegan funcionan con GNL.
Se están diseñando cruceros más nuevos para funcionar con gasóleo marino tradicional, GNL o alternativas como el bioGNL que sólo representan una fracción del consumo de combustible de Estados Unidos.
Royal Caribbean utilizará diferentes combustibles a medida que evolucione el mercado, manifestó Nick Rose, vicepresidente ambiental, social y de gobernanza de la compañía.
“El GNL es una pieza de nuestra estrategia actual”, añadió.