Lars Jensen, director ejecutivo y socio de Vespucci Maritime y analista del Journal of Commerce anticipa que durante 2024 hay tres categorías de riesgos asociados con las previsiones de mercado.

El primer elemento es la previsión de la oferta y la demanda, en específico la capacidad entregada, menos desguaces, versus la demanda de contenedores vinculada a la economía. En línea con lo anterior, la evolución de la capacidad puede verse alterada mediante la parada de los buques o una reducción de la velocidad de navegación.

El segundo elemento es pronosticar el cambio en el comportamiento de los transportistas frente a un entorno regulatorio cambiante, ya que, la implementación del Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS), así como los cambios en el Reglamento de Exención por Bloques para Consorcios (Cber) en la Unión Europea, conducirá a una reevaluación por parte de los transportistas.

“No sólo en términos de cómo reorganizar las redes para mitigar el impacto de esos hitos, sino también en términos de evaluar la intención de los reguladores de la UE. Una parte clave del problema es que parece que hay una diferencia de entendimiento entre los reguladores y los transportistas. Y a falta de precedentes legales claros, esto crea un problema para los transportistas”, agregó Jensen.

De igual forma, la tercera categoría es intentar pronosticar la posibilidad de que se produzcan perturbaciones importantes en el pronóstico de referencia. Esto podría ser, por ejemplo, una evaluación del riesgo de otro cierre temporal del Canal de Suez debido a diferentes conflictos bélicos o el empeoramiento del cambio climático, como lo que ocurre en el Canal de Panamá.

Finalmente, Lars Jensen afirmó que para afrontar el año 2024, la industria marítima debe recordar las lecciones aprendidas durante 2020-2021.