Antofagasta Terminal Internacional logró restaurar, luego de varias semanas de trabajo, uno de los símbolos más tradicionales del puerto antofagastino como es el reloj que adorna el acceso del recinto concesionado.
Este monumento fue proyectado por el destacado arquitecto Jorge Tarbuskovic, autor de obras destacadas del urbanismo antofagastino como el edificio Turismo, el complejo Baños Municipales (actual Balneario Municipal) y otras obras que hasta el día de hoy embellecen la ciudad.
La obra, fechada a mediados de la década de los 50 del siglo pasado, formaba parte de un complejo llamado Barrio Portuario en el que se unían elementos comunes como la Gobernación Marítima y el demolido Edificio Turismo, (inmuebles creados por el mismo Tarbuskovic) para recibir a los visitantes que -por esos años- arribaban a la capital regional a través del Puerto de Antofagasta.
El edificio fue sometido a mejoras en su exterior, donde se renovó su pintura, para ponerlo acorde a los demás edificios del terminal, aunque conservando las líneas de arquitectura Art Deco que lo distinguen como uno de los legados permanentes de la valiosa historia portuaria antofagastina.
El conjunto que proyectó Tarbuskovic en la zona portuaria, lo completa la Plaza, el Monumento a los héroes de la Guerra del Pacífico, (ubicado en avenida Grecia frente a la misma plaza) y el muro perimetral que hoy ocupa las instalaciones de EPA desde calle Condell hasta 21 de Mayo.