El Ministerio de Trabajo de Argentina dictó la conciliación obligatoria al conflicto que mantenía paralizado el Puerto de Rosario desde el viernes 12 de mayo, día en que ocurrió un accidente laboral que culminó con el fallecimiento de un trabajador, lo que gatilló que sus compañeros detuvieran las actividades del Terminal Puerto Rosario (TPR) en señal de protesta.
A su vez, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri, intimó al gremio Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa) y a la concesionaria TPR, compuesta por Vicentin y la chilena Ultramar, para que se cumpla la disposición impuesta y se retome la actividad normal del recinto portuario, según informó el medio argentino El Ciudadano.
La postura adoptada por Pusineri se debería a que el martes 16 de mayo correspondía el reinicio de labores en TPR, acorde a lo estipulado por el Ministerio argentino, pero en la tarde de aquel mismo día el conflicto entre el gremio y la empresa volvió a resurgir y se retomó la paralización.
Lo anterior derivó en una larga fila de camiones a la espera de descargar y una congestión en el tránsito en la zona de 27 de Febrero y Circunvalación. Además, los transportistas reclamaron mejores condiciones de higiene y seguridad en esos trances. Denunciaron que por la noche sufrieron el robo de ruedas de auxilio de varios vehículos.
En tanto, el gerente general de TPR, Leonardo Feltrinelli, señaló que la terminal no se encuentra operable y responsabilizó al Supa por no acatar la conciliación obligatoria que dictó la cartera laboral santafesina. Y agregó que “quiere avanzar sobre cuestiones relacionadas al control de las operaciones y para eso se montan en una fatalidad”. El gremio dijo lo contrario, que fue la concesionaria quien rompió con la orden de Trabajo.
Las terminales I y II del puerto de la ciudad rosarina estaban sin actividad por la huelga del gremio de estibadores Supa luego de un accidente en la descarga de productos siderúrgicos desde un buque, en la madrugada del viernes 12 de mayo, lo que causó la muerte del operario Juan José Contreras.
Ante este hecho, el sindicato denunció precarias medidas de seguridad. Además, la operatoria en la que se produjo el siniestro fatal fue mediante una maniobra con una plataforma flotante, ya que en los muelles hay riesgo de derrumbes por socavones, que los trabajadores atribuyen a la falta de inversión de la concesionaria.