Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El director chino de una empresa cuyo barco Taiwán sospecha que dañó un cable de comunicaciones submarino dio cuenta que no había evidencia de que el Shunxin 39 estuviera involucrado, un incidente que ha alarmado al gobierno en Taipéi.
El buque está ligado en una empresa de Hong Kong llamada Jie Yang Trading, según muestran los registros de envío. El navío cuenta con una tripulación china y está registrado tanto en Camerún como en Tanzania.
En sus primeros comentarios públicos sobre el incidente, Guo Wenjie, director del Jie Yang, negó cualquier implicación de la nave, aunque confirmó que se encontraba en la zona. Las autoridades de Taiwán no lo detuvieron tras intercambios de radio con el capitán, añadió.
“No hay ninguna prueba”, dijo a Reuters por teléfono, desestimando la acusación de que fuera responsable de los daños. “Hablé con el capitán del barco y para nosotros fue un viaje normal”, sumó.
Hablando en mandarín, Guo confirmó que el Shunxin 39 era propiedad de Jie Yang Trading, que según los registros de empresas de Hong Kong se había creado en 2020, y que Guo era el único director.
Su dirección indicada en Hong Kong era una habitación individual en un espacio de oficina compartido para una empresa de servicios de secretaría en un sucio edificio industrial.
En una declaración escrita enviada a Reuters, la Oficina de Asuntos de Taiwán de China dijo que a nivel mundial había más de 100 incidentes de este tipo de daños a cables submarinos al año y que son “accidentes marítimos comunes”.
Como los hechos aún no están claros, Taiwán está haciendo acusaciones “de la nada” y exagerando intencionalmente la “llamada amenaza de la zona gris del continente”, agregó, sin decir directamente si el buque en cuestión estaba involucrado o no.
Taiwán, que rechaza firmemente las reclamaciones de soberanía de China, dice que las comunicaciones no se vieron afectadas por el daño al cable. En respuesta a los comentarios de Guo, la guardia costera de Taiwán dijo que aún no podía evaluar la “intención real” del navío a partir de los datos de seguimiento.
La nave había permanecido en aguas cercanas a la costa norte de Taiwán desde principios de diciembre hasta que su señal de transmisión se apagó el 3 de enero, según mostraron los datos de envío.
Guo se negó a especificar por qué la motonave había permanecido en la zona o el propósito del viaje, pero dijo que las autoridades de Taiwán sólo habían buscado detalles de sus movimientos GPS.
“No entiendo por qué ha habido tanta noticia sobre esto”, dijo Guo. “El barco había echado el ancla, por lo que se detuvo en las aguas cercanas. Seguimos las reglas y los procedimientos normales. De no haber sido así, Taiwán nos habría investigado y detenido”, acotó.
El incidente ha alarmado a los funcionarios de seguridad de Taiwán, quienes informarán a los diplomáticos con sede en Taipéi sobre el asunto esta semana, dicen fuentes familiarizadas con el asunto.
“Debemos informar a todo el mundo de que este tipo de comportamiento no sólo afecta a Taiwán. También podría afectar a las comunicaciones internacionales”, dijo a Reuters un alto funcionario de seguridad de Taiwán que pidió no ser identificado porque el asunto es delicado. “Es relevante para los intereses de muchos países”, sumó.
Taiwán ha estado particularmente nervioso por la vulnerabilidad de los cables de comunicaciones submarinos luego de incidentes de quejas por parte de naciones del Mar Báltico desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
El mes pasado, la Oficina Presidencial de Taiwán realizó su primer ejercicio “de mesa” en el que participaron agencias gubernamentales más allá de las fuerzas armadas, simulando escenarios como una escalada militar con China y la ruptura de vínculos marítimos internacionales, dijeron los funcionarios.
En 2023, se cortaron dos cables submarinos con las islas Matsu, controladas por Taiwán y ubicadas cerca de la costa china, desconectando a sus 14.000 residentes de Internet.
Las autoridades dijeron en ese momento que los hallazgos iniciales mostraron que un barco pesquero chino y un carguero chino causaron la interrupción, pero no había evidencia de que Beijing manipulara deliberadamente los cables.
En los últimos años, Taiwán ha trabajado para reforzar su capacidad para hacer frente a emergencias, desde desastres hasta conflictos militares, incluidas comunicaciones alternativas como satélites si se cortan sus cables marítimos internacionales.