Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El personal de emergencia que trabaja para limpiar un derrame de petróleo en el Mar Negro detectaron siete nuevas manchas, según dio cuenta un funcionario ruso a la agencia de noticias estatal TASS, mientras las autoridades luchan por mitigar los efectos del desastre que dura casi un mes.
Aproximadamente 2.400 toneladas métricas de productos petrolíferos se han vertido en el mar desde el 15 de diciembre, cuando dos viejos petroleros fueron golpeados por una tormenta en el Estrecho de Kerch.
El presidente Vladimir Putin sostuvo que los esfuerzos de limpieza hasta ahora han sido insuficientes para lidiar con la magnitud de la situación, la que llamó “uno de los desafíos ambientales más graves que hemos enfrentado en años”.
Andrei Pavlyuchenko, funcionario del Ministerio de Emergencias en Crimea anexada a Rusia, comentó que los trabajadores habían identificado siete casos más de contaminación a lo largo de las playas en cuatro distritos de Crimea, así como en la isla de Tuzla, una estrecha lengua de tierra debajo del Puente de Crimea que une el sur de Rusia con la península del Mar Negro.
Pavlyuchenko indicó a TASS que la nueva zona contaminada tenía una longitud de unos 14 kilómetros y que 10 barcos y dos aviones estaban involucrados en el monitoreo de la costa.
Desde que se produjo el vertido, miles de trabajadores de emergencias y voluntarios han estado trabajando para limpiar toneladas de arena y tierra contaminadas a ambos lados del Estrecho de Kerch. Los grupos ambientalistas han informado de la muerte de delfines, marsopas y aves marinas.
Un petrolero, el Volgoneft 212, de 136 metros de eslora, se partió en dos y se hundió, matando a un miembro de la tripulación. Las autoridades rusas indicaron que habían detectado una nueva fuga en la popa del otro buque, el Volgoneft-239, de 132 metros de eslora, que encalló durante la tormenta.
“Los grupos de monitoreo detectaron que del buque comenzaron a salir productos derivados del petróleo”, escribió en Telegram el cuartel general operativo de la región rusa de Krasnodar, al otro lado del estrecho de Crimea.
El Ministerio de Transporte de Rusia comunicó que la nueva mancha del derrame del Volgoneft-239 tenía un tamaño de unos 2.800 metros cuadrados, aproximadamente el equivalente a 10 canchas de tenis.
