Por Redacción PortalPortuario
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La Autoridad Portuaria de Santos (APS) restableció la regulación que condiciona el atraque de buques en el Puerto de Santos a la presentación de un certificado de cumplimiento de las normas internacionales para el control de la eliminación de agua de lastre.
“La inspección previene daños ambientales causados ??por especies exóticas perjudiciales para la vida marina y el medio ambiente. Por ahora, no se impondrán multas para que los armadores puedan adaptarse a la normativa vigente”, afirmó Sidnei Aranha, superintendente de Medio Ambiente de la APS.
La medida de la entidad se produce después de que el ministro informante del Tribunal Superior de Justicia (STJ), Teodoro Silva Santos, concediera un mandamiento judicial al gerente del Puerto de Santos, reconociendo la competencia legal del juez Diego Câmara, del 17º Tribunal Federal de Brasilia.
El magistrado había otorgado garantía al recurso interpuesto por la APS contra la decisión de la Agencia Nacional de Transporte Fluvial (Antaq), que declaró nula la normativa mencionada. La inspección garantiza el cumplimiento del Convenio Internacional sobre la descarga irregular de agua de lastre en los océanos, incluyendo el estuario, las ensenadas y las bahías de la región de la Baixada Santista.
Certificado
Tras la presentación del certificado, la APS puso en funcionamiento un sistema de monitoreo remoto debidamente acreditado que utiliza inteligencia artificial, GPS y otras tecnologías. El objetivo es verificar si los buques descargaron agua de lastre en las zonas permitidas o si adoptaron el sistema de filtración, procedimientos establecidos por la Organización Marítima Internacional (OMI), de conformidad con la Norma 401/DPC de la Armada Brasileña.
Los navíos, al transportar desechos como aguas residuales, materiales tóxicos o especies exóticas junto con el agua de lastre, pueden causar graves problemas ambientales y de salud pública. Muchas de estas especies animales y vegetales son endémicas, carecen de depredadores naturales y pueden reproducirse rápidamente y competir con las especies autóctonas.
Los bacilos u otros organismos patógenos también pueden transportarse de una región a otra con el agua de lastre que se descarga al mar. Por lo tanto, el problema de la bioinvasión se agrava, debido a que el transporte marítimo mueve aproximadamente 10 mil millones de toneladas de agua de lastre al año. En Brasil, esta cifra alcanza los 80 millones de toneladas anuales, ya que el 95% del comercio exterior se realiza por vía marítima.













































