Por Redacción PortalPortuario

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La Baía de Sepetiba, en Rio de Janeiro, vivió un hito importante para la actividad portuaria con la llegada de un buque clase Wozmax, el mayor granelero atracado en sus aguas.

El buque Cabo Apolo, de 327 metros de eslora y 52 metros de manga, atracó con una carga de 225 mil toneladas de mineral de hierro.

La hazaña logística fue posible gracias a las mejoras en la infraestructura fluvial del Puerto de Itaguaí, que también sirve a Porto Sudeste y otras terminales privadas instaladas en la Baía de Sepetiba.

Francisco Martins, presidente de PortosRio, celebró este logro, destacando que “las mejoras en la infraestructura fluvial llevadas a cabo por la Autoridad Portuaria resultaron en mayor eficiencia operativa y mejores condiciones de seguridad de la navegación, aumentando el nivel de competitividad del Complejo Portuario de Itaguaí”.

PortosRio, responsable por la administración del Puerto de Itaguaí, destacó que la ampliación y profundización del canal principal eran fundamentales para recibir barcos de mayor tamaño. El año pasado, los calados operativos aumentaron de 17,8 metros a 18,3 metros, una vez realizadas las obras.