Por Redacción PortalPortuario.cl / Agencia Xinhua
@PortalPortuario
Brasil espera poder exportar a China algunas de sus principales frutas frescas producidas en el país, como la uva y los mangos, ampliando los envíos de este tipo al país asiático, según la ministra de Agricultura, Tereza Cristina Dias.
La ministra afirmó que Brasil es actualmente el tercer mayor productor mundial de frutas, aunque no aparece entre los principales exportadores del sector, algo que el mercado chino podría hacer cambiar si se autoriza la llegada de nuevos productos al país asiático.
“En exportación de frutas, Brasil es el tercer mayor productor del mundo, pero estamos en un número bajo como exportadores. Hoy en día apenas exportamos melón a China, es la única fruta fresca que exportamos a China”, dijo Tereza.
Según ella, “estamos trabajando mucho, porque Brasil tiene un potencial enorme, pero está apenas empezando en estas exportaciones. Quiero ver si este año logramos abrir el mercado de China para la uva brasileña, un producto de la mayor calidad, producida en Petrolina (noreste), a lo largo del río San Francisco, y algunas otras frutas, como mangos, que ya exportamos para otros países”, comentó la jefa de la cartera.
“Sería muy bienvenido si China abre sus puertas para nuevas frutas frescas brasileñas, más allá de las procesadas”, explicó la funcionaria.
Recientemente, en la capital china, Beijing, se inauguró la primera Casa do Açai, típica fruta de la Amazonía brasileña que poco a poco está conquistando el mercado chino.
“El açaí puede ser exportado pero procesado, no natural. Uno de los programas que tenemos en el Ministerio de Agricultura, el Agronorte, trata del desarrollo de la bioeconomía para los pequeños productores, para los agricultores de los asentamientos, agricultores familiares… uno de los programas es incentivar los productos de la bioeconomía y el açai es uno de estos productos”, explicó.
La ministra recordó la importancia que tiene China para la economía brasileña, no apenas para el sector del agronegocio, y aseguró que Brasil está abierto a nuevos acuerdos y asociaciones con empresas chinas.
“Nuestra economía es liberal, somos un Gobierno liberal y las asociaciones claro que existen. Hay varias empresas chinas en Brasil, en el sector de energía son las mayores, y también tenemos en el sector agropecuario, la Cofco, que está en Brasil y compra nuestros productos, y otras empresas chinas que hacen asociaciones con el sector empresarial brasileño”, destacó.
En otros aspectos, la ministra de Agricultura recordó que “el agronegocio brasileño es riquísimo” y que representa una gran oportunidad para cualquier país que desee productos producidos en Brasil. Además, reforzó la idea del cuidado con la sostenibilidad que tiene el agronegocio nacional.
“Tenemos un código ambiental debatido en el Congreso durante diez años, estamos delante de muchos países, pero muchas veces nuestra imagen no es entendida” en el mundo, comentó Dias.
Para la funcionaria, “en las próximas décadas, las transformaciones serán muy importantes, y dependerán de cómo producimos, cómo procesamos nuestros alimentos, cómo los distribuimos y cómo los consumimos, tanto en fibras como en energías renovables”.
Debido a ello, recordó el liderazgo de Brasil en productos sostenible y subrayó la necesidad de tener en cuenta en todo el mundo hábitos más sostenibles.
“La demanda es creciente, hay nuevos hábitos de consumo, más exigencias en sanidad y necesidad de adaptación al calentamiento global. Creo que será necesario aumentar la producción agrícola en el mundo de forma sostenible, reducir la pérdida y desperdicio de alimentos, fortalecer políticas de protección social, reducir las desigualdades de acceso y alimentos seguros y saludables, estos son puntos que estarán en la agenda de nuestro día a día en el futuro”, afirmó.
Según ella, “Brasil es uno de los países con capacidad de liderar todos estos aspectos. Tenemos un modelo de agricultura tropical que junto con la ciencia, permite una mayor productividad de la tierra. Lo vemos cada día en el agronegocio brasileño, esto empezó hace 50 años, cuando Brasil dejó de ser un importador líquido de alimentos para ser un productor y un gran exportador en varios productos”, aseveró.