Por Redacción PortalPortuario
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El Porto de Imbituba realizó el primer sobrevuelo para monitorear el tránsito de ballenas francas de 2025. La actividad partió de Florianópolis, abarcando toda la región del Área de Protección Ambiental (APA) del cetácero y se extendió hasta Torres, Rio Grande do Sul.
La fecha se justifica por coincidir con el inicio de la temporada reproductiva de estos animales en la costa brasileña. La iniciativa forma parte del Programa de Monitoreo de Ballenas Francas del SCPAR Porto de Imbituba, en colaboración con el Proyecto Ballena Franca Austral, del Instituto Australis. Se planean dos sobrevuelos más a lo largo de la temporada.
“La región costera de Imbituba es el principal punto de contacto de estos mamíferos marinos, por lo que el monitoreo es fundamental para garantizar la conservación y seguridad de la especie, junto con las operaciones portuarias”, afirmó Christiano Lopes, director general del Porto de Imbituba.
Las ballenas francas fueron cazadas durante siglos a lo largo de toda la costa brasileña, hasta el punto de que dejaron de avistarse en la costa catarinense durante varios años.
“Actualmente, observamos que la población de estos mamíferos marinos crece año tras año. Imbituba fue la última instalación ballenera en cerrarse en la costa catarinense, y en cierto modo, tenemos una deuda con estos magníficos animales. El programa de monitoreo de cetáceos también compensa todo lo realizado en el pasado, y el Puerto de Imbituba lo lleva a cabo con sumo cuidado y atención”, destacó Paulo Márcio de Souza, gerente del Departamento de Salud, Seguridad y Medio Ambiente del Porto de Imbituba.
El monitoreo de la frecuencia de cetáceos en la región permite al recinto portuario establecer controles operativos para la conservación de estas especies marinas.
“La información recopilada durante la temporada nos permite analizar la frecuencia y el comportamiento de las ballenas en el área circundante al puerto, garantizando el establecimiento de procedimientos para la seguridad y conservación de la especie, promoviendo así la continuidad armoniosa de las operaciones portuarias”, señaló Camila Amorim, Oceanógrafa del SCPAR Porto de Imbituba.
Durante el monitoreo aéreo, un equipo de dos observadores y un fotógrafo realizaron un censo y registraron la ubicación de los mamíferos, además de fotografiarlos. “Las fotos se utilizan para identificar a las ballenas adultas, ya que los callos en la cabeza actúan como huellas dactilares”, explicó Karina Groch, directora de ProFranca.













































