Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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La sequía que afecta al Amazonas ha paralizado el transporte fluvial, provocando que los barcos encallen río abajo.
Un ejemplo de lo anterior es lo que ocurrió con una nave que transportaba tres camiones y 2.000 cilindros vacíos de gas para cocinar, la que se encuentra varada en los bancos de arena del río Negro, tras encallar en septiembre de 2023.
Las autoridades advirtieron que los bajos niveles de los ríos corren el riesgo de perturbar las exportaciones de cereales de los estados agrícolas cercanos.
En Madeira se dijo que las rutas de barcazas utilizadas por empresas de cereales como Cargill, Bunge y Amaggi están abiertas, pero las cargas se están reduciendo como medida de precaución.
Asimismo, el grupo de transporte y logística AP Moller-Maersk advirtió a sus clientes que la navegación en la zona de Manaos no se podía realizar.
Además, Maersk, a través de en un comunicado separado, sumó que la grave sequía ha afectado a 60 de los 62 municipios del estado de Amazonas, lo que ha provocado la suspensión temporal del servicio de cabotaje hacia y desde Manaos.
Con respecto a la sequía, en septiembre, el Gobierno de Brasil creó un grupo de trabajo humanitario para entregar paquetes de alimentos a aldeas aisladas y comunidades indígenas.
Bajo este contexto, grupos indígenas de la Amazonas pidieron al gobierno brasileño que declarara una emergencia climática ya que sus aldeas no tienen agua potable, alimentos ni medicinas.
Como parte de un plan de contingencia, el operador local de Maersk, Aliança Navegação e Logística, está desviando buques con destino a Manaos a puertos alternativos, incluidos Vila do Conde y Pecém.
