Por Redacción PortalPortuario.cl
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El alza en el precio del dólar impactó de manera “directa e inmediata” a la industria logística local, según advierten ejecutivos del sector.
Claudio Paredes, Country Manager de la firma Quick, aseguró que “las consecuencias de la depresión del peso chileno respecto a la moneda norteamericana se comenzaron a sentir rápidamente”.
Se calcula que el 70% de los productos y servicios que se consumen en Chile son bienes importados, por lo cual un incremento en el tipo de cambio tiene implicancias en el presupuesto de los hogares. Las empresas vinculadas con la cadena de distribución no escapan a esa realidad, principalmente por el efecto en los combustibles.
“Para el transporte y el despacho de bienes el precio del combustible es un factor crítico, pues es importado y pagado en dólares en su totalidad. Por eso, el impacto para la industria de la logística es directo e inmediato, y, además, totalmente elástico con respecto a su demanda y cantidad de servicios. Estas son alzas que se traspasan en forma directa en el valor de los insumos que participan en la cadena de suministro”, señala el country manager de Quick.
El dólar ha superado la barrera de los mil pesos, ratificando la tendencia alcista de la divisa norteamericana en las últimas semanas, marcada por factores de incertidumbre internos y externos. Sin embargo, la volatilidad del tipo de cambio se reflejó con una caída de más de $20 al día siguiente”.
El ejecutivo de esta plataforma digital de logística comenta que el escenario de incertidumbre internacional y el alza en el costo de la vida a nivel local proyectan un escenario poco favorable en las próximas semanas.
“La inflación mundial, marcada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, el valor de los granos, apreciación del dólar y lo más significativo la caída del precio de la libra de cobre y depreciación del peso chileno son los principales factores que explican este escenario poco favorable para nuestra economía, y principalmente para las empresas, las familias y las personas”, enfatiza Claudio Paredes.
“Las principales sugerencias pasan por priorizar bienes de consumo de primera necesidad y adaptarse incluso al consumo de bienes sustitutos, de menor valor, evitar el endeudamiento en bienes de consumo e inmobiliarios, de manera de no asumir las tasas de interés actuales elevadas”, concluyó Paredes.