Por medio de comunicados, la Federación Regional de Dueños de Camiones de la Región de Valparaíso (Fedequinta) y la Cámara Aduanera de Chile (Cadch) manifestaron su rechazo al proceso de entrega de contenedores vacíos en depósitos por parte de la naviera Hapag-Lloyd que, a contar del 1 de diciembre, comenzó a exigir a los transportistas el certificado “Libre de deuda” para ser atendidos.
Al respecto, la Fedequinta junto con lamentar la medida exigió “en forma inmediata desvincularnos , o no involucrarnos directamente de la obligación de participar de cualquier forma en la cobranza por tratamiento inherentes al negocio de los contenedores, como pagos por: reparaciones, lavados, cobros de get out, get in, multas por sobre estadías, etc”.
“Exigimos que cualquier trabajo del que sea objeto el contenedor se efectúe con anticipación al retiro de este, en el caso de las exportaciones, o con posterioridad a la recepción del mismo por parte del terminal o depósito de contenedores. Específicamente nos referimos a Lavados, reparaciones, lavados de generadores, calibraciones, etc”, agregó el gremio.
“Es inaceptable -por parte de nuestro gremio- que se nos utilice de cualquier manera en beneficio de un negocio ajeno en el cual no tenemos participación ni responsabilidad. Considerando además que nuestra industria, como en este caso, es afectada directamente por abusos de posición comercial dominante , absorbiendo externalidades de su procedencia”, añadieron en su declaración.
Por su parte, la Cadch se adhirió al reclamo de los transportistas al considerar la medida de la naviera como una “situación conflictiva y perjudicial” para el comercio exterior.
“En reuniones pasadas con dicha naviera, nuestra asociación gremial le hizo saber los trastornos y complejidades que han causado las demoras en la atención y en los tramites que los Agentes de aduana deben efectuar en sus instalaciones. La Cámara Aduanera es testigo de los conflictos que han causado estos retrasos de días y de más de un mes en la emisión y entrega de facturas de compraventa, por pagos de servicios que dicha naviera exige con antelación a prestarlos”, expresó el gremio.
“La Cámara aduanera considera perjudicial los cambios impuestos por Hapag–Lloyd, como por ejemplo la exigencia que se acredite documentalmente el pago de todo servicio como requisito para recibir físicamente el contenedor vacío que les devuelve el consignatario final y también, la reciente exigencia de pagos con cheque 24 horas antes de solicitar a Hapag-Lloyd la ejecución del servicio correspondiente, situación que prolonga más las demoras en que incurre”, añadió la Cadch.
La Cámara Aduanera, además, considera que sus asosciados se han visto perjudicados en la gestión del comercio exterior debido a demoras provocadas por el sistema de la naviera.