Por Redacción PortalPortuario
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La accesibilidad marítima en North Sea Port está a punto de dar otro salto cualitativo, porque después de la exitosa puesta en servicio de la Nueva Esclusa de Terneuzen, la atención se centra ahora en el Canal Gante-Terneuzen. A finales de este año, comenzarán las primeras operaciones de prueba con buques comerciales de 38 metros de eslora en el canal.
Estos tests, en las que los barcos transportarán carga para su descarga en un muelle, representan la siguiente fase en la optimización de la ruta. Actualmente, se están llevando a cabo conversaciones con todas las partes interesadas en los Países Bajos y Flandes para coordinar este paso.
La apertura de la Nueva Esclusa en Terneuzen es solo el comienzo de un mayor desarrollo económico en la zona portuaria transfronteriza. La autoridad portuaria ha manifestado su gran interés en que se construya, en un futuro próximo, un canal más profundo con un calado de 14,5 a 15 metros hasta el puerto de carga a granel de Terneuzen. Este tramo se encuentra a unos dos kilómetros de la esclusa, y las obras de profundización son técnicamente viables a corto plazo.
Esta mejora permitiría a los buques transoceánicos atracar de forma más segura y económica sin necesidad de usar barcazas en el Escalda Occidental para cruzar la Nueva Esclusa. Además, North Sea Port espera que buques de hasta 43 metros de eslora naveguen hasta el Kluizendok y el Rodenhuizedok en Gante posteriormente, lo que se traduciría en un ahorro de varios cientos de miles de dólares para el transporte de graneles secos o líquidos.
Este hito en la planificación futura se produce al cumplirse un año desde la inauguración oficial, encabezada por el Rey Willem-Alexander de Países Bajos y Su Majestad Filip de Bélgica.
Construida por encargo del Comité Flamenco del Escalda (VNSC), la Nueva Esclusa es la segunda marítima del complejo. Ubicada junto a la Esclusa Oeste, permite a NSP garantizar el acceso desde el mar permanentemente a la zona portuaria, ya que proporciona una alternativa durante el mantenimiento de la otra esclusa.
El complejo ya ha generado nuevas actividades económicas y empleo en las regiones de Flandes-Zelanda y Flandes. Además de asegurar la navegación, la estructura es crucial para la defensa contra inundaciones y la gestión hídrica de la región, y forma parte de las principales vías de acceso para el tráfico rodado. Las pruebas iniciales en la Nueva Esclusa se realizaron en mayo de 2025, permitiendo su entrada en servicio de forma segura y eficiente el 1 de agosto.













































