Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
En los dos primeros meses de 2023, los car carriers movilizaron más carga procedente de Europa, China, Japón y Corea del Sur rumbo a Estados Unidos para adelantarse a lo que por entonces era un potencial nuevo arancel sobre la importación de vehículos, lo que recientemente se transformó en una realidad tras el anuncio efectuado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Un total de 33 buques Ro-Ro, diseñados para carga rodada y que en su mayoría transportan automóviles nuevos, salieron de Europa con destino a Estados Unidos en febrero de este año, frente a los 28 de igual mes de 2024, según la firma de análisis de datos Esgian, que monitorea las rutas de envío y los puertos en todo el mundo.
Aquellos navíos habrán podido transportar alrededor de 30.000 vehículos más a través del Atlántico, según dio cuenta Stian Omli, vicepresidente senior de Esgian.
En tanto, desde Japón, China y Core el número de naves que transportaban automóviles que partieron hacia Estados Unidos aumentó de ocho en enero en 2024 a 69 en el presente año. “Es probable que algunos de los envíos de febrero todavía estén en camino a Estados Unidos”, acotó Omli, esperando que la cifra mensual total fuera más alta que la del año pasado.
“La evidencia apunta a una mayor actividad en Europa y el Lejano Oriente… esas dos regiones representan las principales regiones de exportación a Estados Unidos”, complementó.
El anuncio de Estados Unidos de un arancel del 25% a las importaciones de automóviles repercutió en las acciones de la industria automotriz y los gobiernos -desde Ottawa hasta París- amenazaron con represalias, al tiempo que las compañías automotrices BMW y Volkswagen pidió acuerdos para evitar una guerra comercial.
Si bien algunos fabricantes de automóviles han anunciado planes para expandir la producción en Estados Unidos, otros han procedido con más cautela y los ejecutivos han expresado dudas en privado sobre si los aranceles amenazados realmente entrarían en vigor.
La semana pasada, el número de transportistas de automóviles con destino a puertos estadounidenses desde todo el mundo aumentó un 5% a 89%, según mostraron los datos de Esgian.
Los nuevos gravámenes podrían añadir miles de dólares al coste de un vehículo promedio en Estados Unidos, contradiciendo las promesas del presidente Donald Trump de combatir la inflación al consumidor y frenando aún más la demanda en un momento en el que el sector ya está luchando para gestionar la transición a los coches eléctricos.
