Por Redacción PortalPortuario
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La compañía CMA CGM se sumó a la tendencia y al igual que las navieras Hapag-Lloyd y Maersk traspasará los costos relacionados al régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) de la Unión Europea (UE), aprobada como ley EU ETS por el Parlamento Europeo, a los clientes en los esfuerzos por reducir los gases de efecto invernadero (GEI) de la industria de transporte marítimo.
Bajo este contexto, la empresa francesa indicó que “la fijación del precio del carbono es un paso clave para reducir la huella de carbono del transporte marítimo, así como de toda la cadena de suministro, y en última instancia apoya a todos los clientes en su propio viaje hacia la descarbonización”.
“Para ofrecer mejor valor y una mayor transparencia de costos, CMA CGM ha decidido alertar que los costos adicionales del EU ETS inducirán un recargo aplicable a todos los contenedores cargados en los servicios de CMA CGM afectados por la regulación. El monto del recargo se compartirá a mediados de noviembre y podrá revisarse trimestralmente, dependiendo de la versión actualizada del reglamento EU ETS y el valor de mercado de los derechos de carbono”, complementó.
A modo de ejemplo, CMA CGM proporcionó una estimación del recargo basado en el valor de mercado actual de las asignaciones de carbono (90 EUR por tonelada de CO2), para algunas de las principales industrias afectadas. Así, el monto adicional tendrá un rango entre 20 a 43 EUR por TEU para carga seca y de 30 a 65 EUR por TEU para reefer.
UE-ETS
Los cobros iniciales, en el contexto de esta tasa, partirán en 40% hasta completar, gradualmente, el 100% a 2027, lo cual tendrá un impacto en los precios finales de los fletes, según el tipo de contenedor (seco o reefer), así como por los pares de puertos; es decir, si la nave transita dentro de la Unión Europea o bien entre esa y otra región del mundo.
En concreto, la nueva ley UE-ETS fija el precio del carbono en función de los buques y no de la carga junto con introducir valores asociados al carbono para los navíos que viajen entre países de la UE y aquellos extraterritoriales.
De esta forma, si una nave opera solo dentro de la Unión Europea tendrá que pagar por el 100% de sus emisiones calculadas, mientras que si lo hace entre esa zona y otra área del mundo, solo se le recargará 50%.
