Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Comenzaron las tares de rescate y salvamento del petrolero registrado bajo el pabellón de Grecia que fue abandonado tras ser atacado por el grupo hutí de Yemen. La nave habría presentado múltiples focos de incendio en su cubierto a lo largo de varios días.
En tanto, la misión naval Aspides de la Unión Europea (UE) en el Mar Rojo dio cuenta que no se ha detectado ningún derrame de petróleo. Esto a pesar que el Departamento de Defensa de Estados Unidos reportó el vertimiento de combustible al mar.
En tanto, los militantes hutíes de Yemen llevaron a cabo múltiples ataques, incluida la colocación de bombas en el ya inutilizado Sounion, un navío de 274,2 metros de eslora que transportaba alrededor de un millón de barriles de petróleo.
El miércoles 28 de agosto, los militantes alineados con Irán dijeron que permitirían que los equipos de rescate remolcaran la nave, la que ha estado en llamas desde el 23 de agosto, hasta un lugar seguro.
“Parece que, al menos por ahora, prevaleció la calma”, dijo Lars Jensen, director ejecutivo de la consultora industrial Vespucci Maritime, en LinkedIn.
Los hutíes han hundido dos buques en su campaña de 10 meses con drones y misiles contra el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
La misión de la UE se comprometió a “facilitar cualquier curso de acción” en coordinación con las autoridades europeas y los países vecinos para evitar una crisis ambiental catastrófica y rescatar al Sounion.
El jueves 29 de agosto, la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, dijo que los barriles de petróleo crudo en el Sounion estaban intactos, que el propio buque estaba perdiendo algo de petróleo en el lugar donde fue alcanzado y que todavía había varios incendios activos.
La decisión de los hutíes de permitir a los equipos de rescate acceder de forma segura al Sounion se produjo después de que varios países expresaran sus preocupaciones humanitarias y medioambientales. La medida podría ayudar a evitar lo que los expertos advirtieron que podría ser un derrame devastador de 150.000 toneladas de crudo en el Mar Rojo.
Un vertimiento de aquel volumen sería más de la mitad del tamaño del mayor derrame jamás registrado desde una motonave, lo que corresponde a 287.000 toneladas desde otro petrolero griego, el Atlantic Empress en 1979, según el International Tanker Owners Pollution Federation (ITOPF).
A pesar de la tregua en las hostilidades, los ataques hutíes siguen entrañando riesgos para las tripulaciones, los buques y el medio ambiente. “Incluso si el Sounion puede ser remolcado y evitamos un desastre ambiental, la amenaza no ha desaparecido”, dijo Jensen, añadiendo que hay docenas de petroleros y otros buques mercantes que siguen operando en zonas de alto riesgo del Mar Rojo y el Golfo de Adén.