Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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El crecimiento de la actividad manufacturera británica se desaceleró el mes pasado desde el máximo de 22 meses alcanzado en mayo, ya que la actual interrupción del transporte marítimo en el Mar Rojo contribuyó a una menor demanda de los clientes extranjeros.

El índice de gerentes de compras del sector manufacturero del Reino Unido de S&P Global cayó a 50,9 en junio desde 51,2 en mayo. La lectura final fue inferior al 51,4 de los datos provisionales de junio.

S&P dijo que el panorama general era positivo, con un aumento tanto de la producción como de los nuevos pedidos, pero el empleo cayó, los tiempos de entrega se alargaron y los costos de insumos de los fabricantes aumentaron al ritmo más rápido desde enero de 2023.

“Los problemas de envío resultantes de la crisis del Mar Rojo, las bajas existencias de los proveedores, la capacidad insuficiente de los proveedores y los problemas portuarios condujeron a plazos de entrega más largos”, sostuvo S&P.

Si bien la producción y los nuevos pedidos en general crecieron a un ritmo cercano a su ritmo más rápido en dos años, los pedidos de exportación cayeron por vigésimo noveno mes consecutivo, debido a los retrasos en los envíos y los altos costos de flete.

El transporte marítimo internacional se ha visto interrumpido desde noviembre de 2023 por los ataques lanzados por los militantes hutíes de Yemen, un grupo alineado con Irán que dice que los ataques son en solidaridad con los palestinos en la guerra entre Israel y el grupo militante islamista Hamas.

Muchos barcos han optado por evitar la ruta del Mar Rojo hacia el Canal de Suez y, en su lugar, han emprendido el viaje más largo alrededor del extremo sur de África.

Las cifras oficiales del viernes 28 de junio mostraron que el sector manufacturero británico, que representa el 10% de la economía, creció a un ritmo trimestral del 1,1% en los primeros tres meses de 2024, su segunda expansión trimestral más fuerte desde principios de 2021.

Los volúmenes de exportaciones de bienes cayeron 3,5% en el primer trimestre, aunque la Oficina de Estadísticas Nacionales de Gran Bretaña dijo que esto reflejó en gran medida el comercio de oro no monetario, un elemento errático que a menudo distorsiona las estadísticas comerciales británicas.