Por Redacción PortalPortuario/Reuters

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Los recientes conflictos en el Mar Rojo han mantenido en alerta a los transportistas mundiales de bienes vitales a medida que comienza 2024.

Gigantes como Maersk dicen que la industria, que maneja el 90% del comercio mundial, enfrenta la posibilidad de sufrir perturbaciones significativas, desde guerras en curso hasta sequías que afecten rutas clave como el Canal de Panamá. 

Asimismo, es probable que los complejos cronogramas de los buques queden desincronizados durante todo el año para los portacontenedores gigantes, los de cisterna de combustible y otros transportistas de productos básicos.

Además, eso aumentará los retrasos y los costos para minoristas como Walmart, IKEA y Amazon, así como para fabricantes de alimentos como Nestlé y tiendas de comestibles como Lidl.

Bajo ese contexto, Jay Foreman, director ejecutivo de la empresa con sede en Florida, indicó que “esta es aparentemente la nueva normalidad estas olas de caos que parecen subir y bajar. Antes de volver a algún nivel de normalidad, ocurre otro evento que de alguna manera desequilibra las cosas”.

Los riesgos agregados para 2024 incluyen una posible expansión de los ataques del Mar Rojo al Golfo Arábigo, lo que podría afectar los envíos de petróleo, y un mayor deterioro de las relaciones entre China y Taiwán que también podría afectar importantes rutas comerciales, señaló Peter Sand, analista jefe del proveedor de datos de transporte Xeneta. La guerra de Rusia en Ucrania sigue afectando el comercio de cereales desde que invadió a su vecino en 2022.

Cabe mencionar que Maersk se unió a otros grandes transportistas marítimos para desviar los barcos fuera del Mar Rojo para evitar ataques con misiles y drones en un área que conduce al vital atajo del Canal de Suez entre Asia y Europa. Esa ruta maneja más del 10% del total de envíos marítimos y casi un tercio del comercio mundial de contenedores.