Consideran como gesto de advertencia sanciones chinas contra filiales de Hanwha Ocean ligadas a EE.UU.

Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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Las sanciones de China contra cinco filiales vinculadas a Estados Unidos del astillero surcoreano Hanwha Ocean son vistas como un gesto de advertencia sin impacto inmediato y,  según analistas, es poco probable que Pekín obtenga mucho al ampliarlas.

La medida, anunciada el martes 14 de octubre cuando Estados Unidos y China comenzaron a aplicar tarifas portuarias adicionales dirigidas a los buques del otro país, se produce antes de una reunión prevista entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping a fines de mes para intentar resolver la prolongada guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

El Ministerio de Comercio de China prohibió las transacciones y la cooperación con las filiales de Hanwha Ocean vinculadas a Estados Unidos, citando riesgos de seguridad derivados de su participación en las “actividades investigativas pertinentes” del gobierno estadounidense. No detalló cuáles eran dichas actividades sospechosas.

Hanwha, uno de los mayores constructores navales del mundo, es propietaria de Philly Shipyard en Estados Unidos y ha obtenido contratos para reparar y reacondicionar buques de la Armada estadounidense. Sus entidades también construirán un buque transportador de GNL con bandera del país norteamericano.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró que instó a Estados Unidos y a Hanwha a “respetar los hechos y las normas económicas y comerciales multilaterales”, citando principios de mercado y competencia justa.

El portavoz del Ministerio, Lin Jian, también instó a que cesen los daños a los intereses de China durante una rueda de prensa habitual, sin dar más detalles.

Las sanciones no tienen ningún impacto directo, ya que las filiales de Hanwha penalizadas por Pekín no tienen vínculos comerciales con China, señaló Kang Kyung-tae, analista de Korea Investment & Securities.

“Los precios de las acciones habían caído debido a diversas preocupaciones de que las sanciones se extenderían a las empresas matrices coreanas y a toda la industria naval de Corea, pero esto es solo una posibilidad”, acotó Kang.

Las acciones de Hanwha Ocean repuntaron 1,8% el miércoles 15, mientras que las de su competidor HD Hyundai Heavy subieron 2,2%, recuperando parte de las pérdidas del martes 14.

El astillero Philly Shipyard de Hanwha construye buques destinados al mercado estadounidense, como los 10 petroleros de alcance medio que Hanwha Shipping encargó en agosto, los cuales “están diseñados para cumplir con la Ley Jones y no utilizan placas de acero provenientes de China, sino de Estados Unidos, Canadá y México”, según la analista de Daeshin Securities, Lee Jini.

Hanwha declaró recientemente que está monitoreando de cerca el posible impacto de las sanciones y que continuará prestando servicios a sus clientes, “incluidos aquellos relacionados con nuestras inversiones en la industria marítima de Estados Unidos y a través de Hanwha Philly Shipyard”.

Más sanciones

El sentimiento de los inversionistas sigue siendo incierto, ya que temen que China pueda apuntar a más astilleros surcoreanos que cooperan con Estados Unidos.

Corea del Sur se comprometió a inyectar hasta 150 mil millones de dólares para ayudar a Estados Unidos a revivir su problemática industria naval como parte de sus negociaciones comerciales con Washington, que ha manifestado necesitar el apoyo de aliados como Japón y Corea del Sur para revitalizar el sector, especialmente en la producción de buques de guerra.

Sin embargo, China probablemente no ampliará las sanciones debido a su dependencia de la industria naval surcoreana -la segunda más grande del mundo- para exportaciones de acero e importaciones de motores, según analistas.

“La industria naval surcoreana compra algunas placas de acero chinas, aproximadamente entre el 20 y el 30% del total. Si las sanciones se amplían, el impacto para los fabricantes de acero chinos no será menor que para los astilleros coreanos”, dijo Lee de Daeshin.

Aunque la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China podría hacer que los armadores retrasen los pedidos de buques comerciales, también podría generar más pedidos globales de buques militares, según los analistas.

“El conflicto entre Estados Unidos y China se convertirá en un catalizador para más oportunidades de construcción naval militar en países de todo el mundo”, afirmó Lee Dong-heon, analista de Shinhan Securities.


 

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