Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

Se considera como poco probable que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumpla su amenaza de imponer aranceles del 100% a los países que compren petróleo ruso.
Lo anterior debido a que se estima que empeoraría las presiones inflacionarias políticamente dañinas y, además, su intimidación similar contra los compradores de petróleo venezolano ha tenido un éxito limitado, especialmente en China.
Trump dio cuenta en julio que impondría aranceles secundarios del 100% a las naciones que adquieran exportaciones rusas. Esto a menos que Moscú acepte un importante acuerdo de paz con Ucrania en 50 días, plazo que expiraría a principios de septiembre.
La amenaza reflejó un anuncio en marzo de que Estados Unidos aplicaría aranceles a los compradores de petróleo venezolano sancionado. Desde entonces, no se han fijado tarifas similares, a pesar del aumento de las exportaciones petroleras de Venezuela.
“Consideramos que las tarifas secundarias pueden ser un instrumento demasiado contundente para que la administración las utilice” en el caso de Rusia, comentó Fernando Ferreira, director del servicio de riesgo geopolítico de la consultora Rapidan Energy Group.
“Si estás dispuesto a optar por la opción nuclear retirando más de 4,5 millones de barriles diarios del mercado, y estás dispuesto a cortar los lazos comerciales con otros países porque importan petróleo ruso, te arriesgas a subidas masivas del precio del petróleo y a un colapso de la economía mundial”, agregó.
Clay Seigle, investigador senior y titular de la cátedra James Schlesinger en energía y geopolítica del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, expresó que si el arancel del 100% se aplica plenamente a los países que reciben barriles rusos, tiene el potencial de reducir los suministros mundiales y hacer subir los precios.
Los analistas y operadores se muestran muy escépticos de que Trump permita que eso suceda por dos razones, afirmó Seigle. “Primero, es muy sensible a los altos precios del petróleo y querrá evitar ese resultado”, acotó.
En segundo lugar, Trump prefiere consumar acuerdos bilaterales antes que adherirse a fórmulas estrictas que le aten las manos en las negociaciones. “Algunos países socios comerciales de Estados Unidos podrían, al igual que los comerciantes de petróleo, desestimar esto como una mera exhibición”, remarcó Seigle.
El 16 de julio, dos días después de emitir la amenaza arancelaria, Trump sostuvo que el precio del petróleo de 64 dólares por barril era un gran nivel, que su administración estaba tratando de bajarlo un poco más, lo que era “una de las razones por las que la inflación está bajo control”, acotó.
Desde entonces, los precios del petróleo se han mantenido en torno a los 60 dólares, ignorando la amenaza de interrupciones inminentes del suministro.
Seigle afirmó que la actual guerra comercial de Trump, en particular sus aranceles al acero, podría impulsar al alza los precios de las materias primas para las empresas de perforación petrolera en Estados Unidos, el principal productor mundial de crudo.
Lo anterior podría subir los valores del petróleo justo cuando comiencen las elecciones de mitad de mandato del Congreso estadounidense el próximo año.
El Departamento del Tesoro, que administra las sanciones, dijo que estaba listo para actuar. “Como anunció el presidente Trump, Rusia tiene 50 días para llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra, o bien Estados Unidos está dispuesto a aplicar severas sanciones secundarias”, sostuvo un portavoz.
La aplicación laxa por parte del gobierno de Trump de la amenaza de aranceles del 25% en marzo a los compradores de petróleo venezolano, junto con el fracaso -hasta el momento- en imponer sanciones energéticas efectivas a Rusia, son otras dos razones por las cuales los participantes del mercado son escépticos.
China, el principal cliente petrolero de Venezuela, se ha ido adaptando a las sanciones estadounidenses a sus exportaciones petroleras desde que se impusieron en 2019. Durante el último año, China ha comprado más de mil millones de dólares en petróleo venezolano, rebautizado como brasileño, según empresas de seguimiento de buques tanque.
Las exportaciones venezolanas se dispararon en junio, ya que la pérdida de compradores estadounidenses y europeos se compensó con los cargamentos enviados a China.
Las refinerías de petróleo indias, principales compradores de crudo ruso, no creen que Trump cumpla con su amenaza y no hay planes de detener las compras de petróleo ruso, dijeron tres fuentes de las refinerías indias.
Las importaciones de petróleo ruso de la India aumentaron alrededor de un 1% en el primer semestre de este año, con las refinerías Reliance Industries y Nayara Energy, según datos proporcionados por fuentes, casi la mitad de las compras totales provienen de Moscú.
Sin embargo, el ministro de Petróleo, Hardeep Singh Puri, dijo que el tercer mayor importador y consumidor de petróleo del mundo confiaba en satisfacer sus necesidades utilizando fuentes alternativas si los suministros rusos se ven afectados.
El Departamento del Tesoro de Trump ha designado a unos 19 ciudadanos rusos desde el 20 de enero bajo programas de sanciones antiterroristas, cibernéticas y contra Corea del Norte, acciones en su mayoría no relacionadas con la guerra en Ucrania, dijo Jeremy Paner, socio del bufete de abogados Hughes Hubbard & Reed y ex investigador de sanciones del Departamento del Tesoro.
“En comparación, Estados Unidos ha designado a unos 75 ciudadanos y entidades iraníes e impuesto 109 medidas de ese tipo a China desde que Trump comenzó su segundo mandato”, remarcó.
“Teniendo en cuenta la aparente reticencia del gobierno a imponer sanciones comerciales contra Rusia, no considero que la amenaza de imponer aranceles al petróleo ruso sea particularmente efectiva”, afirmó Paner.
Tampoco es probable que el Congreso tome medidas, a pesar de que el Senado estadounidense cuenta con un sólido apoyo bipartidista a un proyecto de ley que impondría aranceles del 500 % a los compradores de petróleo ruso.
Los líderes republicanos del Senado esperan la aprobación de Trump y no han dado indicios de que tengan intención de abordar el proyecto de ley antes de partir de Washington para el receso de agosto.
Incluso si el proyecto de ley se aprueba, probablemente permitirá al presidente suspender los aranceles, lo que permitirá a los legisladores afirmar que son duros con Rusia, pero hará que la legislación sea principalmente simbólica.
“Todo tiene sentido desde la perspectiva del mensaje político, pero desde la perspectiva de lo que se necesita para la autoridad legal en materia de sanciones, es un poco desconcertante”, concluyó Paner.













































